Héctor González. /EPDA Esa frase con cualquier otra ciudad resultaría muy útil. En cambio, cuando pones el topónimo de la tuya en el buscador te choca, te llama la atención. Sí, en seguida aparecen La Lonja, La Ciudad de las Artes y las Ciencias, la Catedral, el Mercado de Colón, el Jardín del Túria…
El habitual decálogo para completar una jornada incluye el barrio del Carmen, las torres de Quart y Serranos, la Plaza de la Virgen, la Basílica, la Plaza de la Reina o, si nos vamos a lugares más amplios, la playa de la Malvarrosa, las barriadas de Cabanyal y Canyamelar y un larguísimo etcétera.
No obstante, cuando se trata de tu ciudad eso de qué ver tiene más relación con cuestiones personales, con recuerdos y sensaciones, que con monumentos objetivos o con museos y parques concretos. Sí, por supuesto que recomendaría subir al Miguelete para contemplar la panorámica urbana o acercarse a la Marina y su entorno con el fin de paladear su ambiente sosegado.
Y le añadiría pasear por el centro de Benimaclet y contemplar sus huertos urbanos, acercarse al mercado de Algirós en hora punta, transitar por la mitad más cercana a la Punta de la calle Mayor de Nazaret, andar desde San Isidro hasta Picanya por la vía urbana de este mismo nombre y apreciar la porción más castiza de esta barriada….
O salir del bullicio en el barrio de la Aguja. O desplazarse hasta pedanías tan singulares como la anteriormente citada la Punta o las de Poble Nou, Carpesa o Borbotó. O contemplar el puerto desde la playa de Pinedo. O, desde luego, disfrutar del paseo marítimo. O, por qué no y aquí sí que apelo más a memorias propias, caminar por las calles de chalés del Grupo Antonio Rueda. Y, claro, ir a Viveros. O al casco antiguo de Campanar.
¿Qué recomendarías en tu caso si te preguntaran qué ver en un día en Valencia? O, planteado de otra forma, ¿qué escogerías tú, que conoces la ciudad, para ver en un día en Valencia?
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