José Salvador Murgui. FOTO EPDA Querido Dámaso:
Falta algo más de
año y medio para las elecciones Autonómicas y Municipales y ayer las televisiones ya daban datos de las
últimas encuestas. Aunque el PP ganaría las elecciones en Valencia, perdería la
mayoría absoluta, el PSOE, seguiría sin despuntar, pero UPyD, Compromis, EU…,
consiguen en las encuestas doblar los resultados obtenidos en anteriores
comicios.
Tres veces he
pasado por ese Tribunal Popular, para ser elegido Alcalde de mi pueblo, y las
tres veces logré ganar en todas las mesas de mi querido municipio, la primera
no fue por mayoría absoluta, pero pude gobernar gracias a dos amigos del PSOE, sin embargo las otras dos siguientes si
logre esa mayoría, siendo el último de los resultados conseguir más del 70% del
sufragio electoral.
Hoy casi ocho años
después y viendo lo que está pasando, soy consciente de que el poder desgasta,
soy consciente de que todos no somos billetes de quinientos euros, y ante todo
soy optimista al pensar que el pueblo sabio nunca se equivoca, porque elige lo
que cree que en ese momento es lo mejor para la ciudadanía. Pero la ciudadanía,
el pueblo, no puede estar viviendo de los vaivenes de la corrupción, del
engaño, del enchufismo y de vivir indiferentes ante tanta mentira.
¿Dónde nos hemos
equivocado? ¿Qué estamos haciendo mal?
Voy a ser generoso, diciendo que no lo se. Aunque todos sabemos y por supuesto yo también
se donde está el error. Alaska y Dinarama en la movida de los ochenta en un
disco llamado “Deseo carnal”
cantaban proféticamente un
canto que viene a cuenta de lo que está pasando, “donde esta nuestro error sin solución, fuiste
tu el culpable o lo fui yo, ni tu ni nadie puede cambiarme, mil campanas suenan
en mi corazón, que difícil es pedir perdón…”
¿Donde esta nuestro
error? ¡Que difícil es pedir perdón! No hemos sabido gobernar para el pueblo,
no hemos sabido adelantarnos a los acontecimientos que nos han llevado a la
crisis, a la desesperación, al paro,
a la pobreza, y a la miseria. Sin
embargo las partidas para gastos “políticos” se mantienen en los presupuestos,
las altas nóminas siguen pagándose, los contratos blindados siguen existiendo.
Los impuestos siguen subiendo, los salarios y las pensiones siguen bajando y el
paro manteniéndose.
Es una situación
Dámaso que la pinto en dos pinceladas, aunque la Bolsa este imparable y la Prima
de riesgo bajando. Pero al pueblo, a mi pueblo eso no le llega, se siente con
más facilidad que “no se llega a fin de mes”, que el recibo de luz sube a más
velocidad que corre la luz, y que los impuestos crujen al ciudadano de a pie.
Las elecciones no
se ganan en las encuestas, las elecciones se ganan cuando se abren las urnas y
se cuentan los votos. Pero que nadie se vanaglorie antes de los resultados, ni
nadie se asuste. No hay error que no tenga solución, salvo que el orgullo, la
soberbia y la prepotencia, se hayan adueñado de la mente de algunos de nuestros
gobernantes. Lamentablemente si eso es lo que está ocurriendo y la culpa de
nuestros males es esa, vuelvo a otra estrofa de Alaska: “vete de aquí, no me
supiste entender, yo solo pienso en tu bien, no es necesario mentir. ¡Que facil
es, atormentarse después, pero sobreviviré se que podré sobreviviré…!”
Y en eso estamos
Dámaso, en sobrevivir, pero si
ocurre lo que las encuestas pronostican ante unas próximas elecciones, van a
dejar de sobrevivir muchas personas que nos han llevado a ésta situación. Si es
así, habría que pensar en pedir algun tipo de responsabilidad, pero en este país,
nunca pasa nada y nadie devuelve nada.
Aunque al final se
cumpla aquello de “vete de aquí”, unos se irán otros vendrán, pero ¿volverá el
estado de bienestar? ¿Volverá la paz social? ¿Tendremos una sociedad justa
donde todos tengan su lugar?
Ese es el aviso a
navegantes, cada vez estoy más convencido de que es la hora de los hombres
honrados, de los no imputados, de los que tienen claro lo que hay que hacer
para salir adelante, y sobre todo de aquellos que saben mirar a los ojos con
mirada limpia y con frente serena, para saber discernir que en el mundo de la política todos no son malos y todos no son buenos. Todos no saben escuchar,
pero algunos si que saben escuchar, atender y entender; todos los que nos
gobiernan, no están “emboscados” en la política, pero algunos si que están sumergidos, no solo ellos, sino
sus mas allegados. Ese si fue
nuestro error, el enchufismo, pero
no podemos pasar de analizar un particular y convertirlo en un mal general. Los
que van a lo particular, ya saben
lo que opino, los que buscan el bien común, siempre deben tener las puertas
abiertas.
Acabo pensando ¿Qué
agrupación, que partido, que grupo, podrá hacer el cambio que se avecina, si no
esta lleno de hombres y mujeres con las manos limpias, y los corazones
desgarrados ante tanto dolor ocasionado por este mundo que se muere?
Gran y difícil reto
cuyo nombre es ilusión y el apellido honradez. De ese matrimonio debe nacer una
familia numerosa, donde los hijos aprendan a vivir sin casos de corrupción
y con una verdadera paz social. Si
no es así, flaco favor nos hacen las primas que con riesgo o sin el están
azotando nuestras vidas.
Bon día.
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