José Salvador Murgui. FOTO B. CARRIÓ Querido Dámaso:
Qué cosas
celebramos, de cuando tu vivías a ahora. Nada más y nada menos que el día 9 de
octubre, celebramos el Día de la Comunidad Valenciana, el día de todos los
valencianos.
Saldrá la Real
Senyera, será bajada del balcón del Ayuntamiento de Valencia y se paseará presidiendo una procesión cívica que
después de entrar en la Catedral de Valencia, y entonar el “Te Deum” llegará a
los puntos Institucionales más importantes de la ciudad, para ser devuelta al
Ayuntamiento de Valencia.
Soy muy valenciano,
y he asistido muchos años a estos actos, este año, como hace ya algunos años no
asistiré. No soporto que los
partidos políticos se estén acusando si las señas de identidad son tuyas o
mías. Tampoco soporto que se
presente un manifiesto por un “valencianismo integrador” cuando los mismos que
se lo han inventado, con todo mi respeto, están apostando por un proceso
des-integrador, no recibiendo ni atendiendo a los valencianistas de Valencia
que por alguna razón molestan, o que no tienen a bien atenderlos, y tampoco
contestan los escritos que del ciudadano de a pie reciben, cuando se la boca de
algunos de los políticos repiten una y otra vez “que están para dar la cara en los momentos difíciles”. En mi caso y algún otro que conozco, no ha sido así.
Tampoco voy a
juzgar, ni aplaudir a la llamada “batalla de símbolos”. Los símbolos son los
que son y no son de ahora, son y están desde hace muchos años. Creo que estamos
hablando del Rey Jaime I. Yo este año no iré ni a recibir aplausos, ni a
regalar sonrisas, ni a ser un “palmero”,
sencillamente porque cada vez creo menos en las cosas que no salen del corazón.
Creo que estamos en
un momento difícil, y a la vez en
un momento interesante e intenso. Las encuestas nos dicen que los ciudadanos
están muy preocupados por el desempleo, y su lenta recuperación, por los casos
de corrupción, y por la no credibilidad en los políticos.
El día 9 de octubre
es un día para que los hombres y mujeres que nos Gobiernan, la Oposición, los
Partidos Políticos salgan a la calle, no a dar la cara, sino a acompañar la
BANDERA DE TODOS LOS VALENCIANOS, no es un día para hacer política, ni para
lanzarnos insultos. Es un día para sentirnos orgullosos de que somos
Valencianos, es un día para sonreír y mirar con esperanza el futuro de ésta
bendita tierra que tenemos por nuestra.
Y de la “festa la vespra” tendremos castillos
de fuegos artificiales por la noche, la “mocaorá” del día de Sant Donis, las
campanas del Miguelete volteando, el sonar del tabal i la dolçaina, la guardia
vestida de gala… y una mascletà: todos los ingredientes de un día de fiesta mayor.
Y después del día 9
llegará el día 10 y el día 11…, y
seguiremos mirando la prima de riesgo. Los temblores ocasionados por Castor, no
se repetirán. Seguirán luchando por
la financiación autonómica. Hablaremos de los casos de corrupción que no se aclaran. Algunos políticos
sacarán pecho ante las “falsas” acusaciones que sobre ellos vierte la prensa.
Otros hablarán del “Bote” y las gracias recibidas, y otros nos conformaremos
viendo pasar las hojas del calendario.
Y así pasaremos el
9 de Octubre, pero en el fondo del corazón siempre habrá un lugar para la
motivación y la esperanza, si Dios quiere, habrán más 9 de octubre otros años,
se acabará la corrupción y los corruptos, quizás hasta se cree empleo y se
acabe con el paro, y la Real Senyera de todos los valencianos saldrá a pasearse
junto a ese pueblo sencillo, cariñoso, que la recibirá, con aplausos y emoción,
y hasta en silencio, porque la valencianía se lleva en el corazón.
Lo “Valenciano”, es
natural de cada ser, anida en cada alma… no se hereda porque eres “esto” o representas “lo otro”… no. Lo
nuestro, lo de Valencia es nuestro, y a estas alturas de la vida, es más
importante reinventar el mundo, que reinventar la historia. El único invento
necesario y urgente es acabar con las mentiras, con la corrupción y con el
paro.
Cuando de verdad
vivamos la honradez, podremos ir todos con la cabeza bien alta acompañando a la
bandera que nos debe unir a todos los valencianos. Dejémonos de símbolos y de
identidad. Solo hallaremos la unidad cuando perdamos nuestra identidad a favor
de todos los que más necesitan ser atendidos, escuchados y amados.
Es el día de todos
los Valencianos, es el día de nuestra identidad, es el día y la hora que
Valencia ha de despertar, por que queramos o no, somos unos privilegiados de
vivir en Valencia.
¡Bon día y bona
festa del 9 d,octubre!
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