José Salvador Murgui. FOTO EPDA Querido Dámaso:
Ya empezó diciembre, el último mes del año, y con esto de la
crisis, diciembre esta siendo un mes complicado, difícil, la gente
tiene ganas de dinero y el dinero no corre. Ves la televisión y ya
están los anuncios que nos invitan a gastar sin mesura, ya nos
ofrecen toda clase de alimentos, y hasta incluso un robot que los
sirve a domicilio.
Con estos inventos, y el paro sin acabarse vamos a tener un final
de año, crudo. Así de sencillo, muy crudo.
Me da mucha pena ver esos anuncios bonitos, esos anuncios que solo
invitan a consumir y consumir (gastar y gastar) cuando sientes el
dolor de los demás como propio.
Me da mucho sentimiento de desconcierto, cuando oigo que todos
tienen razón y las broncas no paran de concentrarse en
manifestaciones que a diario recorren nuestras calles.
Siento una gran impotencia cuando ves que nada puedes hacer por
mejorar un mundo que ha perdido las formas. Y que todos los días
hay pitos y abucheos contra nuestros gobernantes.
Me entristece saber que la sin-razón es la razón que nos impulsa a
cometer muchos actos que nada tienen que ver con el bien común y
que mucho menos aportan nada en levantar la sociedad.
Dámaso, es diciembre, los dulces tomaran nuestros hogares, las
famosas cestas de navidad cada vez más escasas, en muchos hogares
brillaran por su ausencia, los bienes de consumo los veremos
pasar, no los disfrutaremos con la opulencia que lo hacíamos años
atrás, comiendo y bebiendo lo que con nuestro trabajo podíamos
lograr.
Pero eso no será para todos igual. Hay familias que no notarán la
crisis, hay familias que no tendrán que ir al “banco de alimentos”
y otras tendrán que llorar y lamentar a la puerta de otros bancos
su infelicidad latente por fiarse de una sociedad que les obligo a
vivir por arriba de sus posibilidades.
Diciembre mes de las felicitaciones, mes de la paz, mes de los
buenos deseos. Cierro los ojos y veo tantos rostros amargos,
tantos rostros engañados, tanta mentira armonizada, tantos
sentimientos controvertidos, tanta miseria latente… que solo me
queda que pensar que para salir adelante hay que armarse de valor
y acabar con todo el engaño y con toda la falsedad.
Diciembre, mes frio, mes ardiente para el corazón, mes que invita
a ser mejores, a tender puentes, a apretar las manos, al abrazo de
paz. Diciembre mes ideal para enmudecer las guerras, para las
treguas de paz.
Diciembre, mes del año que te invita a reflexionar, que te invita
a pensar que todo tiene un final. Diciembre mes de la esperanza, a
ver si con el fin del mes y el fin de año, renace la paz, la
sensibilidad en los corazones, por hacer una sociedad más humana,
más justa, más verdadera. Una sociedad que acabe con el paro, con
la mentira y con la corrupción.
Diciembre mes de la paz, mes del amor.
Ese es mi deseo.
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