José Salvador Murgui. FOTO EPDA Querido Dámaso:
Ojo que lo digo y
lo repito, ojo que me han criticado por lo duro que soy, ojo que hay quien no
está de acuerdo con mis escritos, y ojo que me lo miro para decir en todos la
verdad. Así es: la verdad, y la verdad solo tiene un camino, porque las
mentiras tienen las patas cortas.
Mirando las
noticias por la red, leo en un periódico de tirada nacional un titular que me
desconcierta: “El juez del Caso
Blesa: `si tiro de la manta el sistema no lo soportaría´”, y me desconcierta
por dos razones.
La primera razón:
¿Por qué no hay que tirar de la manta? Y la segunda razón ¿le queda algo más al
sistema que no pueda soportar?
Esas palabras dichas por un JUEZ, me ponen la carne de gallina. A estas alturas de la historia tenemos
miedo de tirar de la manta. Tenemos miedo
de hablar de ciertas prácticas de los últimos años, tenemos miedo de que
el sistema no lo soporte.
¿Sistema? ¿Queda
algo del sistema? Queridos
lectores, querido Dámaso, ya se ve algo de luz al fondo del túnel, la justicia
parece que toma posición, quizás se esté perdiendo el miedo a tirar de la
manta, y lo más seguro es que cuando se tire, contemplemos manta, sábanas,
pijamas… y encontremos alguna que
otra vergüenza que nos aparecerá desnuda ante nuestros ojos.
Pero hasta que esto
llegue, por el camino se ha quedado mucha gente, por el camino se ha perdido la
esperanza, y por el camino hemos sembrado desconfianza, duda y miedo. Se perdió
la fe… ¿y quien queda de guardian
de los intereses, de la identidad? ¿Queda alguien que este limpio, o quedan los
amigos de mis amigos que son mis amigos?
Tirar de la manta…
temblar el sistema. Leer correos electrónicos que jamás tuvieron respuesta,
orientar a tomar decisiones que te condujeron a un camino sin retorno, confiar
en algo bueno que te iba a salvar la vida y te dejo en la estacada; Creer y obedecer a aquel que jamás fue nada
tuyo y que jamás le interesó tu problema, porque ese problema no era el suyo.
En que quedará
todo… no lo se. Me duele no tirar de la manta en TODO Y PARA TODOS, me duele un
sistema quebrado, me flagela una pérdida de identidad, me produce taquicardia
un monologo sin respuesta, no me seducen las formas de estar la gente en el
paro, que gracias a no tirar de la
manta, se han producido, y sobre todo no me resigno a que algún día se sepa toda la verdad.
Querido Dámaso, no
podemos vivir de medias tintas, no podemos estar pendientes de aquello que nos
azota no siendo nuestra la culpa, y por encima de todo debemos un respeto
grande a la justicia, a los jueces, a aquellos hombres y mujeres, políticos o
de empresa que obran bien, son íntegros y trabajan por la paz social.
Ahora bien, si hay
que tirar de la manta para que se acabe todo esto, desde mi modesta opinión
empiecen quienes tienen autoridad a estirar, no se olviden de oír a quienes
algo pueden aportar o denunciar y sobre todo protejan al ciudadano que solo
pide que se cumpla la ley, porque la palabra derecho proviene
del término latino “directum” que
significa “lo que está conforme a
regla”. Dicho de otra forma, “el derecho es un conjunto de normas que permiten
resolver los conflictos en el seno de una sociedad”.
¿Cuantos conflictos
tiene esta sociedad y este sistema para resolver en derecho? Empiecen a tirar de la manta y a ver si
destapamos el sistema para hacerlo cambiar. Si no cambiamos el mundo la manta seguirá tapando lo que
debe estar a la vista, lo que el mundo debe conocer…
Si no tiramos de la
manta, la manta se romperá…
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