Emiliano García. /EPDA València está de moda. Las pernoctaciones en hoteles de la ciudad en 2022 superaron en un 2% los registros de 2019, y los indicadores de rentabilidad, Precio Medio y REVPAR, crecieron un 14,5% y un 13,7%, respectivamente.
La incertidumbre se extendió sobre todo el sector turístico cuando se desató la pandemia a principios de 2020. El movimiento de viajeros cayó en picado. Pero, recuperada la normalidad, las expectativas no pueden ser mejores. El movimiento en el aeropuerto de Manises en enero es el mayor de la serie histórica, y el número plazas disponibles para los próximos meses bate todos los registros. Todas ellas son razones para el optimismo, y no es casualidad.
València es una ciudad amable, inclusiva y sostenible. Es un destino turístico que ha merecido la calificación durante el 2022 de Capital Europea del Turismo Inteligente, y la primera ciudad del mundo que ha sido capaz de auditar y certificar la huella de carbono que genera su actividad turística, y que se ha comprometido, junto a su partner Global Omnium, a convertirla en neutra en el 2025. Hemos impulsado eventos gastronómicos de gran repercusión internacional, que han supuesto un espaldarazo al sector, como la Gala Michelin España y Portugal 2022, y vamos a albergar el 20 de junio la próxima entrega de los galardones The World’s 50 Best Restaurants. La cita congregará a un centenar de los mejores chefs del mundo y nos permitirá exhibir las excelencias de nuestra oferta gastronómica de proximidad, que se nutre de una despensa natural, basada en la huerta y el Mar Mediterráneo.
València, como ciudad inclusiva, ha sido seleccionada para albergar los Gay Games en el 2026, una oportunidad para consolidar nuestra ciudad como un destino turístico LGTBI+Q.
Es la València de 15 minutos, la València de las plazas, los más de 160 kilómetros de carril bici -sólo en estos últimos tres años se han aplicado 20- y, en definitiva, la mejora de la accesibilidad hace de València una ciudad donde vivir y una ciudad para vivirla.
Para que un modelo de ciudad sea atractivo para nuestros visitantes, primero debe ser aceptado por sus convecinos y convecinas; y los valencianos y valencianas hemos sabido conjugar con una oferta profesional que nos permite desestacionalizar el destino, y ofrecer experiencias turísticas y gastronómicas durante todo el año.
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