Juan Pedro Burgos / EPDA La Serranía, esta bella valenciana tan desconocida. Su naturaleza ofrece un sinfín de actividades y buenísimos productos. Cuando llegan los otoños, sobre todo en los montes occidentales y septentrionales de La Serranía, nacen los rebollones. Muchos lugareños y muchísimos forasteros se adentran en nuestras montañas en busca de este manjar. Para que salgan de la tierra es preciso que llueva a principios de septiembre y haga frío.
En este año 2.022 no ha ocurrido ni una cosa ni la otra. Las umbrías son las zonas más propicias para que broten estos níscalos, pero dadas las circunstancias climáticas de este caluroso otoño en La Serranía no hay rebollones. Ya sabemos que los montes precisan que sean usados por los humanos para extraer sus magníficos productos y obtengamos los beneficios que nos facilitan, y así de esta manera ayudaremos a que en verano no hayan incendios forestales o al menos a que fueren menos devastadores que los sufridos este año en Andilla y Alcublas.
Obviamente se ha de usar más el monte, esto es totalmente compatible con plantear a imitación de como se hace en las urbes con el aparcamiento en las calles con zona O.R.A. alguna contraprestación que beneficie a los vecinos del mundo rural. No soy partidario de subir o crear nuevos impuestos o tasas, más bien lo contrario, por lo que solicito una deducción en el I.R.P.F. y en Impuesto de Sociedades a todos los contribuyentes de pueblos de menos de 5.000 habitantes; pero la realidad es que cuando los de pueblo vamos a la cuidad con nuestros coches, que por cierto no tenemos ni tren, ni metro, ni muchos días autobús para ir a la urbe, pues resulta que han pintado una raya azul en el suelo y si aparcas ahí pagas, y si te pasas del tiempo pagado o si no pagas, te multan. Pues casi en una acción de legítima defensa los vecinos de los pequeños pueblos del interior montañoso deben percibir una compensación económica, con ella o sin ella como hasta ahora seguirán nuestros montes generando rebollones, el aire puro y las aguas cristalinas que precisan los urbanitas en su vida para sus contaminadas industrias y ciudades.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia