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Éxito arrasador de la tercera entrega de la franquicia de manos de Paco Plaza y Jaume Balagueró
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KOLDO RIBOTE - 10/04/2012
Tráiler oficial de la película
Esperada por muchos fans acérrimos ya a los zombies patrios,
se estrena en los cines de toda España la tercera entrega de la saga que comenzara allá en el 2007 de la mano delos ya queridos Paco Plaza y Jaume Balagueró.
Responsables de las anteriores partes, ha sido sólo Paco
Plaza el que ha llevado la batuta de la dirección en esta ocasión, encontrándose Balagueró inmerso en la cuarta entrega que llegará a los cines en
el 2013.
Asistimos esta vez
al día en que Koldo (Diego Martín) y Clara (Leticia Dolera) deciden
celebrar su enlace matrimonial.
La película comienza como si nos dispusiéramos a ver un
vídeo sentados en el sillón de casa. Claro y magnífico homenaje al ''cinema
verité’’ el que nos regala el señor Plaza.
Veremos pues la llegada de los novios al lugar donde se
celebra la boda, la ceremonia, la comida y el baile.
Hasta aquí todo normal. Conocemos a los personajes que
acompañan a los novios, los padres, amigos y familiares. Fiel y estupendo
reflejo el que hace el director de cualquier bodorrio español, llevado con una
estupenda ironía.
Uno de los invitados asiste con una herida en la mano
producida por la mordedura de un perro y ya en el baile comienza a tener
extraños síntomas.
Empieza lo bueno, sangre, sustos y cambio de cámara nos
llevan por unos entretenidísimos setenta minutos de metraje en el que hay
cabidaincluso para el humor negro (memorable el personaje que hace de
animador).
Los actores están correctos, destacando a la pareja
protagonista que tiene cada uno su momento (la novia enfadada con motosierra en
mano arranca vítores),aunque también los secundarios se llevan un merecido
aplauso.
El manejo de la cámara es excepcionalmente bueno, regalándonos
planos y cambios sorprendentes.
El ritmo es acertado, quizás en algún momento lento pero
solventado por lo que viene a continuación.
Si esta película hubiera sido proyectada en festivales como
el ya internacionalmente conocido de Sitges o el SyFy madrileño, todavía ahora
estaríamos escuchando los ecos de las ovaciones, porque señoras y señores, esto
es calidad y buen trabajo.