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Red Eléctrica inicia el tendido del cable submarino de interconexión entre la península Ibérica y las Baleares
El proyecto de conexión une Sagunto y la localidad de Calvià
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REDACCIÓN - 13/01/2011
El buque encargado de tender el cable. FOTO EPDA
Red Eléctrica ha iniciado hoy el tendido del cable submarino para la
interconexión eléctrica entre la península Ibérica y las Islas Baleares
(proyecto Rómulo). El barco Giulio Verne ha comenzado la
instalación del primero de los tres cables submarinos que componen la
interconexión en la bahía de Santa Ponsa (Mallorca), unas tareas que
continuarán los próximos días en alta mar hasta su llegada a Sagunto
(Valencia), donde el cable se conectará con el sistema eléctrico
peninsular.
Este enlace eléctrico permitirá mejorar la calidad de suministro de
Mallorca e integrar la isla en el mercado eléctrico ibérico, lo que
supondrá un ahorro de costes para todo el sistema eléctrico español.
Además, garantizará la fiabilidad del suministro ante el constante
aumento del consumo en las islas.
El enlace eléctrico entre la Península y Baleares constará de tres
cables de 237 kilómetros cada uno que alcanzarán una profundidad máxima
de 1.485 metros bajo el nivel del mar. La interconexión funcionará en
corriente continua, de manera que ha sido necesaria la construcción de
una estación conversora en cada unos de sus extremos para transformarla
en corriente alterna, que es la que utilizan los sistemas eléctricos de
la Península y Baleares.
Para el tendido del cable, el Giulio Verne está equipado con un
sistema de posicionamiento dinámico, lo que le permite seguir la
trayectoria establecida con exactitud y permanecer inmóvil cuando las
condiciones del mar exijan la detención de los trabajos. Estos
dispositivos son importantes, ya que el tendido de cada uno de los tres
cables se hace de una sola vez, es decir, sin necesidad de realizar
empalmes.
Al iniciar las labores de instalación del circuito, el barco se sitúa a
500 metros de la costa y comienza a soltar el cable, que se aloja en el
lecho marino con la ayuda de un vehículo de control remoto capaz de
realizar pequeños ajustes. Una vez que se alcanza la orilla opuesta, el
barco suelta el cable restante para que un equipo de submarinistas lo
coloque en el fondo marino con la ayuda de flotadores y barcas
auxiliares.
Tras el tendido de los tres cables eléctricos y el cable de fibra óptica
para garantizar las comunicaciones, Red Eléctrica iniciará un periodo
de pruebas previo a la puesta en servicio de la línea, prevista para
este mismo año.
El proyecto Rómulo ha buscado en todo momento respetar al máximo el
medioambiente. Por este motivo, en profundidades inferiores a los 800
metros, los cables submarinos estarán protegidos por debajo del lecho
marino en una zanja de un metro. Además, en estas zonas se ha elegido de
manera especial el trazado de los cables y su sistema de protección, en
atención a las praderas de posidonia oceánica, una especie vegetal
endémica del Mediterráneo y protegida a nivel europeo, para garantizar
su conservación.