Nos hemos enfrentado a enormes resistencias. Nos han puesto mil palos en
las ruedas. Sabemos que lo urbanístico y lo que toca a la vivienda en este país
siempre ha sido algo con lo que los poderosos han especulado, y con ello, han
especulado sobre nuestras condiciones de vida. Es un espacio de moqueta, gomina
y Brummel, de esos que mantienen el status quo y ensanchan el capitalismo a
favor de los de siempre. Como decía, no nos lo han puesto fácil, pero tenemos
cada vez más cerca la ley de vivienda.
La ley, pese a que no es todo lo ambiciosa que quisiéramos desde Podem,
viene a darnos herramientas para reequilibrar la balanza entre arrendadores y
arrendatarios. Y no es todo lo ambiciosa que quisiéramos fruto de la inevitable
negociación con otras fuerzas con más peso parlamentario y que representan
otros intereses.
Una de las herramientas previstas es un índice que nos va a permitir
intervenir en el alquiler y ese índice, según los cálculos, aún tardará un
tiempecito (uno de esos palos en las ruedas, pero bueno). Pero una cosa es
segura, en nuestra ciudad es aplicable y nuestra ciudad es claramente una zona
tensionada. Por todo ello podemos decir claramente que nuestro compromiso, el
primer día tras las próximas elecciones de mayo de 2023, será aplicar la ley de
vivienda e intervenir en el precio del alquiler.
Es insostenible que buena parte de las personas que viven de alquiler,
especialmente la gente joven, estén expuestos a precios de 700, 800 y 900 euros
por pisos en los que apenas vive una familia... o a 500 o 600 euros por un
estudio... o a 300 euros por una habitación. Además, estamos trabajando en
otros aspectos que vienen a proponer otro modelo de ciudad como, por ejemplo,
impulsar la política de la rehabilitación a través de diversos mecanismos que a
la vez permitan un mayor alquiler social en colaboración publico-privada.
Creo, sinceramente, que os podremos presentar un modelo de ciudad muy
atractivo, muy profundo y que realmente va a ser capaz de responder las
necesidades de la ciudad, a las exigencias de las más ambiciosas políticas
medioambientales y sobre todo, que atenderá a lo que las vecinas y vecinos
necesitamos. Y, como antes señalé, sin lugar a dudas os podemos adelantar
nuestra firme voluntad de aplicar la ley de vivienda y la regulación del
alquiler una vez estemos en el gobierno municipal. La vivienda es un derecho, y
así lo vamos a defender.