Eduardo San José Requejo. /EPDA. En Argentina, país donde viajo habitualmente por motivos laborales,
tienen una expresión que me parece muy descriptiva del “relato”, allí lo
refieren como “el verso”
El relato es la versión oficial elaborada por los poderes influyentes de
la sociedad, políticos, económicos o sociales, que nos llega elaborado,
empaquetado y edulcorado a través de los canales de información
tradicionales, prensa, tv, radio, etc, y que siguen intentándolo también
en Internet. De ahí la denominación de verso que le dan los argentinos,
quizá pensando en la cualidad de creatividad y afán de agradar que
indudablemente llevaría consigo un poema. En cualquier caso, refleja la
escasa credibilidad que se da en ese país a los argumentarios oficiales,
relatos o versos, que nacen desde el poder con el evidente interés de
marcar la agenda social, económica o política de la que tenemos que
hablar sí o sí.
En los tiempos que nos toca vivir, hay un exceso de información que nos
bombardea constantemente. La única forma de ser capaces de separar la
paja del grano es mantener un espíritu crítico y ese espíritu hay que
formarlo, fomentarlo y crearlo. Desde luego la evolución del sistema
educativo y de comportamiento social los últimos 50 años, no ha ayudado a
crear ese espíritu crítico. Un buen amigo mío siempre me dice que hay
que hacer siempre lo contrario a lo que le plantean en el banco y que no
le ha ido nada mal. Ése es el espíritu. Escepticismo como manera de
enfrentarse a la información para poder ver la realidad.
Les pongo un ejemplo de actualidad. El debate sobre la tipología de
producción de la carne ha ocultado que con la evolución de precios y el
IPC, cada vez hay más familias que tienen más difícil el acceso a la
carne en su dieta. Relato versus realidad en estado puro.
Otro, la constante presión sobre que la vivienda sube, casi siempre
promovidas por grupos de presión del sector, intentando influir en la
decisión de compra. Realidad: los principales necesitados de adquirir
vivienda, los jóvenes, no pueden acceder con sus salarios a la misma.
De los mensajes políticos que se generan a diario en los cientos de gabinetes existentes, ya hablaremos otro día.
Debemos ser capaces de discernir entre tanta información que nos llega a
diario entre relato/verso o realidad. Relato sería no parar de hablar
del tamaño del meteorito que chocará con la tierra, la realidad que la
tierra será destruida por el meteorito.
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