Miguel Navarré, alcalde de Casinos / EPDA Las administraciones locales constituyen actualmente, las instituciones que vehiculan de modo más directo las aspiraciones ciudadanas. El contexto internacional de incertidumbre, con Putin deslizando usar el arma nuclear ante una Ucrania siendo el objeto de la geopolítica mundial y un comercio internacional tambaleándose por la subida exponencial de las materias primas y fuentes de energía , ha generado una Europa ciudadana con problemas comunes: la subida del precio de la luz y las fuentes energéticas en toda Europa, la bajada del poder adquisitivo y por ende, la inflación.
Y si bien las administraciones públicas, desde el Estado, pasando a las Comunidades Autónomas, son entes territoriales que están llevando a cabo un papel fundamental en la canalización de fondos europeos y en la lucha por mantener el estado de bienesar, son los ayuntamientos los que deben hacer frente de manera más directa a los problemas que tiene la ciudadanía, pues es la adminstración que está en primera línea de frente cuando un vecino viene al ayuntamiento porque tiene dificultades para hacer frente a la luz, o a los gastos de material escolar de sus hijos, o solicita orientación laboral por la pérdida de empleo.
He aquí uno de los retos más importantes de la administración local: responder lo más rápido posible a los problemas de las personas. Y para ello se debe tener una buena sinergía con el Estado y las autonomías, y saber invertir muy bien cada euro que viene de Bruselas, Madrid o Valencia.
En ayuntamientos pequeños, como el que presido, son útiles las políticas activas de empleo, como los talleres formativos; las políticas sociales, como las ayudas directas a autónomos y a personas de diferentes colectivos; la asistencia a las personas mayores en dependencia, las aulas de respiro, residencias públicas y centros de día son ya el cuarto pilar del Estado de bienstar; y un turismo atractivo y diversificado que atraiga a las personas a las poblaciones de interior.
En las próximas semanas seguirá el conflicto ucraniano; se seguirá hablando de armas y de arsenal nuclear. Lamentablemente las consecuencias que se derivan de ello afectarán, y mucho, a la ciudadanía. Los ayuntamientos deben seguir siendo el paraguas que la proteja.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia