Un hombre se informa en una ventanilla de Ryanair de un aeropuerto. EFE/ Fernando Villar Según fuentes
sindicales, hasta las 10:00 horas los retrasos han afectado a 15 vuelos, entre
ellos dos de salida de Valencia y uno de salida de Alicante, aunque esta
situación podría "ir a más" a lo largo de hoy, sábado, y de mañana.
Esta situación se
explica, añade el sindicato convocante USO, porque el sistema de máximo
beneficio de Ryanair, de dejar entre vuelo y vuelo el tiempo mínimo
indispensable, "provocará retrasos en cadena".
La compañía aérea
resaltó que estos paros son "de poca importancia y escaso apoyo" y
tras la primera jornada de huelga del viernes espera que durante el fin de
semana se produzca "una interrupción mínima" en sus horarios de
vuelo.
Las demoras se deben,
añade USO, sobre todo a aviones que no han llegado desde su base de origen y no
pueden salir en hora, a servicios mínimos mal notificados o a personal que, por
los retrasos, se rebasaría horas de vuelo.
En Barcelona, el paro
no se espera que tenga mucha afectación, después de que ayer, viernes, la
decisión de la compañía de incluir a todos los trabajadores en los servicios
mínimos desactivara por completo el paro.
USO denuncia que la
aerolínea de bajo coste “está intentando llamar a personas en sus descansos o
incluso de baja para cubrir vuelos mal notificados que los tripulantes se
niegan a hacer si no figuran en su carta de servicios mínimos".
El sindicato Sitcpla,
también convocante, denuncia este sábado que Ryanair está enviando
tripulaciones con base en Marruecos a bases españolas como Málaga y Santiago
para operar los vuelos que deberían estar afectados por la huelga.
La secretaria general
de USO-Ryanair, Lidia Arasanz, indica en una nota que espera que la Audiencia
Nacional se pronuncie el lunes "favorablemente" en defensa del derecho
de huelga del colectivo.
Advierte en la misiva
que Ryanair "como es su tónica habitual, coge lo más favorable de la
legislación de cada país y la corrompe a su gusto".
La huelga de los TCP
de Ryanair en España que comenzó este viernes no tuvo apenas impacto, después
de que la compañía impusiera unos servicios mínimos del 100 %, por lo que operó
los 438 vuelos que tenía programados.
La huelga ha sido
convocada por los sindicatos USO y Sitcpla para los días 24, 25, 26, 27 y 30 de
junio y 1 y 2 de julio, con el objetivo de obligar a Ryanair a cumplir con la
aplicación de los derechos laborales básicos y las sentencias judiciales, y
conseguir cerrar un convenio.
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