Yacimiento en Riba-roja. EPDALas excavaciones en el yacimiento arqueológico de València
la Vella en Riba-roja de Túria han permitido desvelar nuevos detalles sobre las
diversas civilizaciones que vivieron sobre las 5 hectáreas de que consta el
área perimetral. Una sala noble de uso civil o religioso, diversos objetos
cerámicos de origen musulmán y cristiano o una nueva torre de la antigua
muralla son algunos de los descubrimientos de la edición de este año del IV
Curso práctico de arqueología cristiana y visigoda.
Organizado
conjuntamente por el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria y l’Institut Català
d’Arqueologia Clàssica y bajo la coordinación de los profesores y arqueólogos
Josep Maria Macias, Albert Ribera y Miquel Roselló, un total de 20 jóvenes
estudiantes de ciudades de países como España, Italia y Portugal han indagado
con mayor profusión sobre los restos de la antigua ciudad que se esconde bajo
la partida de València la Vella y que permiten certificar –con mayor propiedad-
la importancia que tuvo, especialmente, en la época visigoda.
El
hallazgo de una sala noble de 50 metros cuadrados en la acrópolis que corona la
ciudad avala las impresiones que existían hasta ahora sobre la ubicación
estratégica que València la Vella suponía para sus habitantes hasta el punto de
competir en importancia y en capacidad de decisión con la propia capital de
València. De hecho, en la vertiente comercial de la época, en especial en la
importación de vino y aceite, los productos llegaban al mismo tiempo a
Riba-roja y al cap-i-casal, lo que hace pensar que València la Vella ocupaba un
lugar privilegiado en el circuito comercial.
Este
primer acercamiento a la zona noble descubierta, del que se desconoce su uso
civil o religioso, se potenciará en las próximas ediciones de excavación para
certificar sobre la vida cotidiana que llevaban sus habitantes en la ciudad
visigoda fundada por el rey Leovigildo entre los años 565 y 578 cuyo papel fue
crucial en el auge y esplendor de València la Vella durante el tiempo
posterior.
Junto a
la sala noble, cabe destacar el hallazgo de una nueva torre en la muralla
defensiva que rodea la ciudad visigoda y cuya excavación ha supuesto aumentar
el conocimiento en este enclave histórico sobre el que se cimentó un reino
fuerte y consolidado bajo el mandato de Leovigildo.
Con los hallazgos de este año se
empiezan a dibujar los sectores sobre los que se estructuraba la antigua ciudad
visigoda como las áreas artesanales, una plaza “Mayor” en una de las zonas más
céntricas, el área noble que corona la acrópolis de València la Vella y los
tres espacios residenciales en los que vivían los habitantes de este yacimiento
arqueológico cuyos trabajos se retomaron en 2016 tras más de 35 años de
ausencia.
Sin
embargo, los trabajos de los participantes han sacado al descubierto decenas de
cerámicas de época musulmana y cristiana como vasijas, monedas de época
visigoda o incluso una pequeña estatua de bronce en forma de toro que simboliza
una ofrenda sobre la prosperidad, el agua, la vida o el optimismo de sus
habitantes con motivos religiosos gracias al detector de metales utilizado en
las tares de estudio práctico en una de las áreas montañosas, cercanas al río
Túria y que avalan la existencia de civilizaciones antes de la llegada de los
romanos.
Las
tareas que en las más de dos semanas se han desarrollado sobre el yacimiento de
València la Vella se han completado con el hallazgo importante de una trinchera
de la guerra civil (1936-1939) que forma parte de la línea defensiva la
Inmediata, que se prolonga a lo largo de 26 kilómetros de distancia entre el
Puig y els Carassols en Riba-roja de Túria, incluida en el catálogo de
vestigios aprobado por la Generalitat Valenciana y amparada por la ley de
patrimonio cultural valenciana. Se construyó como parte de la línea de
retaguardia de las tropas republicanas frente al bando franquista, aunque
finalmente no entró en funcionamiento.
El alcalde
de Riba-roja de Túria, Robert Raga, ha calificado de “excelente” el trabajo que
se lleva cabo “en cada edición del curso de arqueología y que nos permite
indagar con mayor detalle y poco a poco en las formas de vida y en las
estructuras y en la organización de las civilizaciones que pasaron por
Riba-roja a lo largo de siglos y que certifican la importancia de València la
Vella como centro neurálgico de la época”.
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