Robert Raga, alcalde de Riba-roja del Túria El Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha rechazado las
cuentas generales entre los años 2000 y 2013 que la anterior corporación, del
Partido Popular, evitó presentar por el pleno municipal y, por tanto, se
impidió la correspondiente fiscalización por parte de los partidos de la
oposición. Las cuentas fueron rechazadas con los votos a favor del equipo de
gobierno -formado por el PSPV, Compromís y Esquerra Unida- y de Ciudadanos, la
abstención de Riba-roja Pot y el voto a favor del Partido Popular.
Las
cuentas de los catorce ejercicios presupuestarios se han trasladado al pleno
municipal de Riba-roja de Túria tras las advertencias que realizó el pasado año
el Síndic de Comptes a raíz de la auditoría económica que este organismo autonómico
elaboró sobre el año 2014. En las cuentas generales se incluye un análisis
pormenorizado de la situación económica de la localidad, con el estado
detallado del patrimonio, los bienes y derechos del consistorio, los préstamos,
las deudas y la financiación de sus servicios.
Sin
embargo, el pleno municipal celebrado por el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria
ha rechazado ahora por mayoría absoluta las cuentas de los citados ejercicios
presupuestarios al entender que la aplicación de los presupuestos no fue
positiva para la localidad y, además, el equipo de gobierno del PP no ofreció
la suficiente información a la oposición para su debate público al actuar con
falta de transparencia y una negativa absoluta a facilitar el máximo de documentos
sobre su gestión.
Cabe
recordar que el ejecutivo local de Riba-roja de Túria denunció los hechos ante
el Síndic de Comptes que tomó cartas en el asunto hasta el punto que en su
informe de fiscalización ya advirtió de presuntas irregularidades desarrollas
bajo mandato del Partido Popular y que durante los citados 13 años no cumplió
el procedimiento administrativo a las que están obligados los ayuntamientos.
Las cuentas generales incluyen todos los documentos que el consistorio debe
elaborar a final de cada año para informar sobre la situación económica en
todas sus vertientes: gastos, ingresos, beneficios y pérdidas.
Posteriormente,
se elevan al pleno municipal para su debate entre todos los partidos políticos y,
a continuación, se procede a la votación para su aprobación o su rechazo. De
este modo, el actual gobierno de Riba-roja de Túria cumple con el mandato del
Síndic de Comptes de para solucionar y regularizar estas anomalías con las que
se encontró tras tomar posesión en junio de 2015.
De
hecho, el Síndic de Comptes ha abierto una investigación sobre la gestión que
llevó a cabo el anterior gobierno del PP en relación al presupuesto de 21'2
millones de euros correspondiente al año 2014 y que desembocó en unas
conclusiones durísimas sobre la gestión del PP con posible responsabilidad
contable sobre diversas cuestiones: la falta de documentación que acredite el
pago de 2'4 millones de euros, pagos pendiente de aplicación por valor de
35.560 euros y presuntas irregularidades en la concesión de las subvenciones
deportivas. El Síndic ha puesto estos hechos en conocimiento del Tribunal de
Cuentas para dilucidar la posible responsabilidad contable.
El
equipo de gobierno ha subrayado "la
gravedad de las anomalías detectadas por el Síndic de Comptes hasta el punto de
ponerlas en conocimiento de una instancia superior como el Tribunal de Cuentas
para dilucidar las responsabilidades sobre la gestión que el Partido Popular
llevó a cabo entre los citados ejercicios presupuestarios de nuestra
localidad".
El alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga, ha añadido
que durante aquellos años
"se
aplicaba el rodillo y la opacidad como herramientas de gestión en un momento en
el que se aprobaron temas tan importantes como Porxinos, Mas de Baló, las
canteras o las aportaciones urbanísticas en pleno auge inmobiliario y de la
construcción, por ello es necesario auditar y analizar todos los presupuestos
económicos que transcurrieron entre el año 2000 y el 2013".
Comparte la noticia