El alcalde de Valencia, Joan Ribó. EFE/Archivo El alcalde de València, Joan Ribó, ha identificado dos
responsabilidades en el fraude de cuatro millones de euros que sufrió la
EMT valenciana: Caixabank, que no siguió los protocolos, y la
trabajadora implicada, cuya citación por parte del juez ve "normal" y
lógica.
El Juzgado de Instrucción número 18 de València, que
investiga la estafa en la Empresa Municipal de Transporte de València,
ha citado a declarar como investigada a la empleada que fue despedida
tras conocerse el fraude de cuatro millones de euros.
En la misma
providencia, el juez, a la vista de dos oficios policiales, ha acordado
también expedir comisión rogatoria a las autoridades judiciales de Hong
Kong para solicitar los datos de identidad de personas titulares y
autorizadas en diversas cuentas de la entidad Bank of China, así como
documentación contractual y movimientos de esas cuentas.
En
declaraciones a los medios durante la celebración del Día de la Policía
Local, Joan Ribó ha dicho que ve "normal" la citación de la empleada, ya
que si "no se hubieran falsificado firmas" como consecuencia de los
incumplimientos de esta trabajadora, "no se hubiera podido producir el
fraude".
Junto a ello, el alcalde ha destacado que el
Ayuntamiento, que no tiene previsto incrementar el presupuesto de la EMT
-que ya está aprobado- como consecuencia de la pérdida generada por el
fraude, sí está absolutamente decidido a recuperar el dinero público.
En
este sentido ha señalado que considera que el banco no siguió los
protocolos debidos y ha recordado, por ejemplo, que Hong Kong, destino
inicial de los fondos sustraídos a la empresa municipal, "es un paraíso
fiscal" y exige una serie de medidas de prevención que aparentemente no
se siguieron.
Preguntado sobre si ha podido comentar con
responsables de Caixabank el asunto, el alcalde ha explicado que lo ha
hecho en contactos informales y que la respuesta de los responsables de
la entidad es que están estudiando el tema.
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