Rodríguez y Amigó, en un desayuno con los medios de comunicación. EPDA
El presidente de la
Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez (PSPV), y la vicepresidenta Maria Josep
Amigó (Compromís) insistieron esta mañana en la necesidad de “limpiar la cara”
de la institución provincial después de veinte años de gobiernos del Partido
Popular.
“En estos cien días nos
hemos empeñado en que la Diputación deje de dar vergüenza, en acabar con la
opacidad, colaborar con la justicia y poner fin al clientelismo aplicando
criterios objetivos en el reparto de ayudas como se ha hecho con el Plan de
Inversiones Sostenibles”, manifestó el socialista Rodríguez, quien admitió que la
tarea no es sencilla. Otro de los retos del nuevo gobierno de izquierdas en estos primeros meses ha
sido “aprovechar el superávit para ayudar a las personas” poniendo fin “al
austericio”. “No podemos tener la despensa llena y que la gente esté pasando
hambre”, dijo Rodríguez. En la misma línea se manifestó Maria Josep Amigó,
quien insistió en cerrar las puertas “al clientelismo, al besamanos, al reparto
de las ayudas en función del color político. Estamos aquí para ayudar a todos,
no solo a los nuestros”, aseveró.
En un desayuno con los
medios de comunicación, la vicepresidenta abogó por la colaboración entre
instituciones, en alusión a las críticas vertidas por el Partido Popular a la
participación del organismo provicinal en el programa de gratuidad de libros de
texto, y por dar más recursos y protagonismo a mancomunidades y ayuntamientos,
algo “que en el presupuesto de 2016 ya se va a ver reflejado”. Cambios en el
fondo y también en las formas. “No son los cargos, las personas las que tienen
que venir a nosotros, sino que somos nosotros los que tenemos que pisar la
calle, tal como hemos hecho en estos meses”, señaló Amigó, quien aclaró que “venimos
del municipalismo y eso nos hace mucho más cercanos y nos da mayor facilidad
para enterder las necesidades de alcaldes y concejales”.
Respecto a lo que han
encontrado en los cajones en estos tres meses, Rodríguez señaló que “sobre todo
muchas decisiones absurdas”, aunque “los jueces serán los que hagan el
striptease integral cuando se levante el secreto de sumario”. Como ejemplos de
cosas “absurdas”, aludió a los tres millones de euros previstos para “tele Rus”
y no ejecutados en un claro ejemplo “de lucha partidista entre los
expresidentes de la Generalitat y la Diputación”. Descartó cualquier iniciativa
de montar una televisión provincial “porque lo importante es tener una televisión
de calidad, pública y en valenciano y en eso ya está el Consell”. Añadió que “los
tres millones de tele Rus ya están en el mejor lugar posible, en pagar los
libros de XarxaLlibres”.
Finalmente, al hilo de las
declaraciones del líder socialista Pedro Sánchez en defensa de la permanencia
de las diputaciones como vertebradoras del territorio, su compañero de filas
siguió defendiendo la liquidación de la institución y la transferencia de
competencias al Consell, mancomunidades y ayuntamientos, algo que también hizo
la valencianista Maria Josep Amigó. Rodríguez manifestó que “lo importante es
que se presten los servicios, no quien los preste y tal vez con criterios de
proximidad se haría mejor”. Aún así señaló que la mala imagen que, en la
actualidad, tiene la institución “se deriva no de la propia institución sino de
cómo se ha gestionado”.
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