Salvador Navarro /EPDA - ¿Cómo valoráis los datos de los efectos económicos que ha tenido la huelga de transportistas para las empresas valencianas?
El efecto principal ha sido la paralización del país más de lo habitual, con el bloqueo de algunos polígonos, puertos y mercados. La queja principal que ha habido en el sector se ha trasladado a áreas como la alimentación, y uno de los problemas ha sido la inacción del gobierno durante los primeros días. Entiendo que quien quiera parar pare, pero que quien quiera seguir trabajando que se le dé la oportunidad. Esto no era una huelga, sino un parón empresarial. Hay autónomos que decidieron parar, pero hay empresas o trabajadores que no pueden, y los primeros días vivimos momentos de violencia, como la quema de camiones, pinchazos o pedradas en plena autovía. Esa violencia tuvo como resultado que la gente cogiese miedo y se quedara parada donde estaba al encontrar piquetes informativos. El resultado de eso lo vimos en los supermercados, con estantes más vacíos de lo normal. El gobierno comenzó a moverse para el día 29 de marzo, casi dos semanas después, y eso hizo que se caldeara el ambiente, y me parece una falta de sensibilidad con la situación. En cualquier caso las consecuencias económicas ya se están recuperando
- Respecto al incremento del precio de los combustibles, ¿Cómo creéis que está lastrando a las empresas?
El combustible ha subido en el último periodo incluso en un 45%. En diciembre iba a haber un parón importante, con todas las organizaciones, y en ese periodo se acordaron diversos puntos en lo que respecta a las descargas en los tiempos de descanso o las tarifas concertadas. Un avance importante fue el decidir que una vez el conductor tenía pactada su tarifa con el cliente, esta podía incrementarse si existía un sobrecoste del combustible, puesto que el cliente tenía que asumirlo. Se acordó así en diciembre y me pareció un muy buen acuerdo. De hecho, para asegurarnos del cumplimiento, se facilitó un buzón anónimo para que se pudiese denunciar si el cliente no cumplía este convenio. Tenemos que entender que el camión no es un fin sino un instrumento, alguien tiene que pagar los sobrecostes, y que los pagara el transportista no tenía sentido. Si se decide poner peajes en las autovías, alguien tiene que hacerse cargo, y hay que tener en mente que los camiones son instrumentos.
¿Cómo valoran la bonificación que ha activado el gobierno? ¿Cree que hay países que han podido actuar mejor que España?
Decir que se tienen que bajar los impuestos es una figura muy demagógica, porque puede acabar perjudicando a quienes más están sufriendo las consecuencias. Si lo haces por decreto ley, tan solo vas a beneficiar a aquellos que a día de hoy podrían asumir cierto sobrecoste. Además, España es uno de los países que mantiene el impuesto sobre el hidrocarburo más bajo. En el lanzamiento del decreto habían muchas dudas. El estado asegura que 15 céntimos los ponían las petroleras y 5 la gasolinera, sin tener en cuenta el tamaño. Cuando se aprobó hubieron gasolineras que decidieron no abrir, porque no tenían claro si tenían que adelantar ese dinero. No teníamos claro si las gasolineras iban a poder recuperar ese dinero, y me pareció una buena propuesta que la Generalitat quisiera anticipar ese importe sin interés. Aún así, es evidente la falta de sensibilidad del Gobierno central en este tipo de decisiones, ya que parece que se hagan sin conocer cómo funcionan las cosas.
Estamos viendo un incremento de la luz, del gas y en general de la energía. ¿Qué propuestas está trasladando la CEV?
Hemos hecho multitud de propuestas y muy detalladas, que van desde lo concreto como bajar céntimos al gasoil hasta propuestas a medio y largo plazo. En la Comunitat Valenciana el 40% de la energía que consume es nuclear, que se ha propuesto cerrar en 2030, cuando a día de hoy las energías renovables no son una alternativa real. El Consell sacó un decreto para agilizar todos los procesos de inversión en energías renovables para poder llegar a esa fecha con un mix de un 30% de energías renovables, pero a ver si llegamos.Hacen falta tomar decisiones estratégicas, todo lo que ha pasado ahora con el recibo de la luz es porque estamos pagando decisiones históricas anteriores. Nosotros planteamos un déficit tarifario, tanto para la vivienda privada como para la industria intensiva como la cerámica, hasta que la situación mejore. Mientras la situación de la guerra sea así es complicado, porque no podemos desconectarnos, aunque a día de hoy tenemos una conexión de suministro de gas adecuada.
¿Cómo va a repercutir en la economía valenciana esos aumentos de los precios que ya hemos empezado a ver en los supermercados?
La hiperinflación es el mayor de los peligros para todos; para los ciudadanos, las empresas y las administraciones. El Banco de España hablaba ayer de dos dígitos. Al final las empresas intentan no trasladar el aumento de costes a sus clientes, pero muchas veces es complicado. Los convenios estaban alrededor del 1 o el 2% del IPC, y algunos ya se están haciendo al 8%. Y eso va a aumentar. Lo que nosotros proponemos es que ese 8% el trabajador no lo pierda pero que a lo largo de tres años a la empresa le permita laminarlo en el tiempo y que al año siguiente pueda bajar a un 4% o 2%. El efecto es que el trabajador pierde temporalmente capacidad pero la gana a lo largo de los años. La empresa tiene que asumir una parte de los costes, y es lógico que reduzca una parte de sus beneficios. Porque entrar en una espiral de inflación es lo peor que nos puede pasar. España y Holanda son de los países con mayor IPC, y si el banco central europeo empieza a plantear cosas como las subidas de los tipos de interés, es la tormenta perfecta. Ahí la administración también tiene que hacer su papel, en la subida de la gasolina por ejemplo, porque está recaudando más, ya que nominalmente pagamos lo mismo aunque las cosas valgan más.
Hace poco se dio a conocer la llegada de fábrica de Volkswagen a Sagunt. ¿Qué impacto económico esperáis?
Se ha valorado el impacto económico en miles de millones de euros, y miles de empleos directos e indirectos. Nosotros lo podemos comparar con la llegada de Ford en 1973, decisión histórica. Significa un apoyo a las políticas de industrialización en la Comunitat. Sagunt tiene una posición geoestratégica interesante, con conexiones a corredores y distintas zonas industriales. Si Volkswagen comienza a trabajar con proveedores de la Comunitat, con estos parámetros de calidad e innovación, empuja al empresariado a trabajar en mejoras e internacionalización. Eso posibilita que la calidad de nuestro producto aumente, y tiene un impacto en la revalorización salarial.
Finalmente la Copa América no se celebrará aquí sino que se irá a Barcelona. Desde la CEV, ¿qué valoración hacéis de esta decisión?
Nosotros hemos estado en momentos determinados de algunas negociaciones, donde la propuesta no fue muy fortuita. Yo creo que es una lástima que se haya perdido, al igual que un premio de motociclismo, porque es un evento elitista que mueve dinero y un turismo de valor. Pero también hay que hacer un llamamiento a la parte empresarial, ojalá hubiésemos tenido proyectos privados económicos interesantes para presionar a la Generalitat. Pero no los hemos tenido. Lamento que se hayan ido a Barcelona pero hay que hacer una reflexión sobre la iniciativa del empresariado.
Tras la reforma laboral se está viendo una tendencia a la contratación indefinida frente a la temporal. ¿Qué valoración hacéis de estos primeros datos que se están obteniendo?
Te diré que, de hecho, la primera patronal territorial del comité en aprobar esa reforma fue esta casa. Europa nos orientó a mejorar por una parte la contratación temporal, porque siempre había excesos, y también a mejorar el empleo joven. Estas dos propuestas las asumimos. Yo tenía claro que la contratación temporal, tal como estaba pensada, no conectaba con una visión seria y un posicionamiento empresarial serio de medio o largo plazo. El empresario tiene que asumir que es mejor la contratación indefinida, aunque luego tengamos que decidir despidos. También hay medidas que evitan eso, con flexibilidad laboral, como los ERTEs. Por otra parte, también hay otras tendencias, como la externalización de las contrataciones multiservicios, que acaban siendo competencia desleal. Las empresas debemos acostumbrarnos a competir en calidad, en internacionalización, en gestión, pero no podemos competir en salarios.
En la publicación de los últimos datos de empleo, pese al aumento de la afiliación, se intuye un aumento del paro. ¿Se están empezando a notar los efectos de la política exterior?
Creo que es una cuestión temporal. Somos optimistas en este sentido. Los datos de exportación son buenos y el dato del paro no es un dato que podamos ratificar como tendencia, porque la tendencia de los meses anteriores no era negativa.
La Comunitat Valenciana está creciendo, aunque no tanto como se esperaba. ¿Se va a romper esta tendencia y de ser así creéis que las empresas están mejor preparadas que en 2008 para una crisis?
¿Sabes que el 6 de mayo cae un meteorito en la tierra? Salimos de una y nos metemos en otra. No sé si habrá otra crisis económica, pero actualmente las empresas, debido a la solvencia, estamos en una mejor situación. La situación actual no es la de una crisis financiera como la que hubo en el 2008, si viene una crisis la asumiremos, pero vamos a respirar un poco.
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