La ministra de Sanidad, Carolina Darías, en una imagen de archivo. EFE El Ministerio de Sanidad propondrá mañana a las comunidades
el cierre perimetral de todas ellas en Semana Santa, salvo Baleares y Canarias,
y en el puente de San José en aquellas en las que sea festivo el día 19, como
la Comunitat Valenciana, así como relajar el toque de queda en ambas fechas a
las 23 horas.
Así consta en el documento, al que ha tenido acceso Efe este martes, en el que
el departamento que dirige Carolina Darias plantea reducir las reuniones
sociales a un máximo de 4 personas en espacios públicos cerrados y a 6 en
espacios públicos abiertos, salvo que se trate de convivientes.
Sanidad quiere que todas estas medidas sean declaradas como actuaciones
coordinadas en salud pública de obligado cumplimiento para todas las autonomías
durante el periodo comprendido entre el 17 y el 21 de marzo en aquella en las
que sea festivo el día de San José -Madrid, Comunidad Valenciana, País Vasco,
Extremadura, Murcia, Navarra y Galicia-, y desde el 26 de marzo al 9 de abril
en el resto.
De ahí que plantee que se declaren actuaciones coordinadas, de obligado
cumplimiento en todo el territorio, tanto el cierre perimetral, que "se ha
asociado en diferentes etapas de la pandemia a una mejora de los
indicadores", como el toque de queda, a cuyo inicio recorta una hora
respecto al borrador inicial y lo fija entre las 23 y las 6 horas, y las
reuniones sociales.
Aunque en el caso del cierre perimetral, que estará sujeto a las excepciones
del decreto de estado de alarma del pasado 25 de octubre -trabajo, acudir al
médico, realización de exámenes, etc.-, "no será de aplicación a las
comunidades autónomas de Islas Canarias e Islas Baleares".
"La entrada en sus territorios se limitará a los supuestos establecidos en
el Real Decreto 926/2020, de 25 de octubre", subraya el plan, que
considera que "debe contemplarse un tratamiento específico" a los dos
archipiélagos "por las peculiaridades geográficas y logísticas que implica
la insularidad".
Junto con las actuaciones coordinadas, el Ministerio sugiere una serie de
recomendaciones que ya no son obligatorias, como la de no bajar el nivel de
alerta en el que se encuentre la comunidad desde las dos semanas previas al
inicio de la Semana Santa (es decir, desde el día 12), "aunque los
indicadores sean favorables".
De esta forma, aconseja mantener las medidas establecidas en ese momento
"o aumentarlas si la evolución de los indicadores así lo exigiese" y
no celebrar eventos masivos "de cualquier índole que impliquen
aglomeración o concentración de personas".
"Los eventos en espacios cerrados seguirán las normas de aforo y otras
medidas establecidas en el documento de 'Actuaciones de respuesta coordinada
para el control de la transmisión de COVID-19', según el nivel de alerta de
cada comunidad autónoma", teniendo en cuenta los decretos autonómicos y lo
establecido en el artículo 7.3 y 4 del decreto de estado de alarma.
Es decir, que las reuniones en lugares de tránsito público y las
manifestaciones "podrán limitarse, condicionarse o prohibirse cuando en la
previa comunicación presentada por los promotores no quede garantizada la
distancia personal necesaria para impedir los contagios", excluyendo las
actividades laborales e institucionales "ni aquellas para las que se
establezcan medidas específicas en la normativa aplicable".
A diferencia del primer borrador, ya no desaconseja específicamente los
desplazamientos de estudiantes universitarios, aunque sí argumenta que en estas
fechas, en las que aumenta la movilidad de personas, "un grupo numeroso se
corresponde con quienes cursan estudios universitarios y regresan a sus
domicilios familiares durante las vacaciones".
"Si no se cumplen las medidas de prevención, este colectivo de estudiantes
supone un potencial riesgo para los miembros de la unidad familiar, más si
entre ellos existe población vulnerable", advierte.
En los últimos días, la incidencia acumulada ha mejorado respecto a enero y
febrero, pero aun así sigue siendo de 142,24 casos por cada 100.000 habitantes
a 14 días, una cifra aún lejana del objetivo de 50 contagios, que "nos
situaría en nivel de riesgo bajo, o de menos de 25, que nos situaría en un
escenario de nueva normalidad".
De la misma manera, el porcentaje de positividad ha disminuido, aunque sigue
situándose por encima del 5 %, y los indicadores de ocupación hospitalaria,
especialmente el de las ucis, que se sitúa alrededor del 25 %, "continúan
en niveles altos o muy altos, observándose además un descenso muy lento".
Se da la circunstancia, además, de que en las últimas semanas la velocidad de
descenso se ha ralentizado, "viéndose incluso en algunas comunidades una
situación de meseta", en la cual ya no se está produciendo esa bajada.
Mientras, la vacunación ha arrojado "resultados esperanzadores", si
bien aún no se ha alcanzado una cobertura suficiente "ni en España ni en
el resto de Europa que garantice la protección generalizada de la
población".
A lo que hay que sumar la aparición de nuevas variantes que "presentan una
mayor capacidad de transmisión y alguna de ellas podría incidir sobre la
capacidad de respuesta inmunitaria".
"Todos estos aspectos nos obligan a ser extremadamente cautelosos a la hora
de mantener las medidas de limitación de actividades no esenciales y de control
de la movilidad de cara a los días festivos con motivo de la festividad de San
José y de la Semana Santa", concluye.
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