Sara Joude. FOTO VICENTE RUPÉREZ Siria de origen,
instalada en València hace casi 40 años, médica de formación,
artista plástica y propietaria de la galería Shiras, donde combinan
valores consolidados como Miquel Navarro, Horario Silvia o Rosa
Torres con promesas como Juan Olivares o Carolina Valls.
Echa
en falta la cultura de la adquisición de arte de los 80 y los 90,
ahora afectada por el cambio en nuestras prioridades, donde la
tecnología gana posiciones. Desmonta el mito de que para comprar
obras haya que ser pudiente: desde 500 euros se puede elegir una
pieza que nos haya flechazo con la misma intensidad que cuando
conoces a tu pareja.
¿Qué no puede faltar en
una colección? Si es valenciana: Miquel Navarro, Rosa Torres,
Horacio Silva, Rafael Armengol o Carmen Calvo.
¿En València se
valora el arte?
En general, sí y se
acude a numerosos eventos artísticos. De hecho, la semana pasada no
cabíamos en la inauguración de nuestra exposición actual, de
Horacio Silva, lo que indica que existe interés. Otra cosa es que se
compre arte pero la atracción es indiscutible porque nuestra ciudad
es cuna de artistas.
¿Las Fallas ayudan?
Son otro tipo de arte
pero en cierto modo lo hacen. Toda manifestación artística, sea
musical, teatral, cinematográfica, favorece el interés. No
obstante, al margen de la festividad fallera, en la ciudad también
contamos con centros artísticos de primer nivel, como el IVAM, con
fondos muy potentes;
el Centro del Carmen con
apuestas muy interesantes, o con Bombas Gens.
¿Pero se compra?
En los años 80 y 90 la
compra era más abundante. La gente salía por las tardes a visitar
galerías, donde adquirían obra. Actualmente la compra de arte se ha
visto afectada por varios motivos, como el cambio de prioridades
donde la tecnología (smartphones, ordenadores, tabletas…) ha
acaparado una parte importante del mercado.
Hoy en día, la carencia
de ingresos estables y los salarios bajos, especialmente entre la
gente joven, hacen difícil acceder a este tipo de obra, aún muchas
veces vista como un objeto de lujo. Sin embargo, poco a poco se está
desmitificando esta creencia y se está recuperando el gusto por el
arte contemporáneo. Desde las galerías, tratamos de transmitir
nuestra ilusión por este ámbito. El arte es un elemento necesario
para mejorar nuestra calidad de vida.
¿Quiénes son los
compradores?
No hay un perfil
determinado. En nuestro caso, contamos con coleccionistas nacionales
y extranjeros, quienes buscan una obra que les sorprenda. En Europa,
el nivel de ventas es diferente al español, con un mayor impacto
económico. No obstante, en València, como he dicho antes, los
galeristas estamos luchando desde hace años para acercar el arte a
todo tipo de público, consiguiendo que la obra de arte deje de verse
como un objeto de lujo y sentir por ella un auténtico flechazo.
¿Qué nos gusta más?
El arte es subjetivo y
ninguna obra es bella para todo el mundo.Hace unos años, València
era una plaza difícil para el contemporáneo. Últimamente, y
gracias al interés de la gente por viajar, visitar museos y asistir
a eventos, se aprecia más gusto por el coleccionismo. No hay que
entender mucho de arte contemporáneo para que te atraiga una obra e
incluso puedas adquirirla. Sólo hace falta un sentimiento apasionado
hacia ella.
¿Con qué artistas
trabajan?
La mayoría son
valencianos de gran trayectoria, con quienes tuvimos la suerte de
empezar a trabajar al arrancar nuestro proyecto Shiras. Entre ellos
están Miquel Navarro, un escultor cotizado y muy respetado a nivel
europeo. También Horacio Silva, Sebastián Nicolau, José Saborit,
Rosa Torres y Rafael Armengol, cuyas obras están presentes en museos
y colecciones nacionales e internacionales. Además contamos con
artistas jóvenes con proyección como: Juan Olivares, Toño
Barreiro, Carolina Valls o Ricardo Escavy.
Y austríacos, alemanes…
¿Qué no puede faltar
en una colección?
Todo depende de qué tipo
de colección. Las hay enfocadas a una determinada etapa histórica,
por ejemplo la Transición, o a un estilo concreto como el geométrico
o incluso a una zona geográfica como València… En este último
caso, no podrían faltar artistas como Miquel Navarro, Rosa Torres,
Horacio Silva, Rafael Armengol o Carmen Calvo. Y en el panorama más
joven podríamos destacar a Juan Olivares o Toño Barreiro.
¿Cuánto dinero se
necesita para comprar una obra de arte?
Muy buena pregunta porque
muchas personas piensan que sólo adquiere gente acomodada y no es
así. Contamos con obra emergente pero con trayectoria, que están en
el Reina Sofía por ejemplo, cuya obra original parte de 500 euros.
Además de obra gráfica de artistas consagrados y reconocidos ,
cuyos precios oscilan entre 400 y 1800 euros.
¿En qué países se
invierte más?
Los países anglosajones
representan una gran potencia económica y Suiza o Francia, que se
ven reforzados con la presencia de importantes ferias
internacionales. Eventos de este calibre permiten establecer una gran
cantidad de contactos. Debemos sumar los continentes americanos y
asiáticos, puntos muy activos en el arte contemporáneo.
El volumen español tal
vez no se pueda equiparar a otras grandes potencias, pero el
desarrollo de las ferias en nuestro país permite dar cada vez más
visibilidad a las galerías y a nuestro mercado hacia el público
autóctono.
¿Los residentes
europeos en Alicante son clientes potenciales?
Sí que tenemos algunos
coleccionistas que viven allí y, curiosamente, a pesar de la
cercanía, los hemos conocido en ferias madrileñas. Les atrae
nuestra esencia mediterránea, con el colorido y la luminosidad. Rosa
Torres atrae por sus colores fabulosos y Horacio Silva, con su
limpieza visual y su luz.
¿El arte se adquiere
presencialmente?
No quiere decir que no
pueda haber una compra sin verla si se tiene un interés específico
pero generalmente se necesita el enamoramiento y eso nos pasó con
unos americanos que se enamoraron de una pieza de un escultor y se la
quedaron. Ese flechazo es el momento más feliz como galerista.
Es como el amor. Cuando
te atrae una obra de arte, se activa el inconsciente de la misma
manera que sucede cuando te enamoras de un hombre o de una mujer. Te
mueve algo. Te entra una sensación indescriptible.
¿Es una inversión?
Puede serlo, pero desde
mi punto de vista, que transmito a mis clientes y amigos, se ha de
disfrutar y vivir. Se debe comprar con el corazón y eso he tenido el
placer de verlo en la galería.
El arte también tiene
una vertiente económica, y bien asesorado, puede convertirse en una
futura inversión. No obstante, no tiene por qué estar reñida la
inversión con el gusto y otros intereses. Finalmente, lo importante
es adquirir lo que uno quiere y sentirse bien con ello.
Miquel Navarro es
profeta en su tierra.
Lo es porque es un gran
artista. El público lo adora y su estilo ha marcado una gran
impronta en la ciudad.
¿Faltan esculturas en
la calle?
Siempre diría que cuanto
más se invierta en arte mostrándolo tanto en las calles como en los
museos, más nos enriqueceremos. Tal como decía el propio Manolo
Valdés: “Las obras deben estar en las calles, para tocarse”.
Cuando estás a punto de
aterrizar en València, lo que más llama la atención son las
magníficas esculturas de Miquel Navarro integradas con la estética
urbana de nuestra ciudad.
¿Manolo Valdés ha
hecho mucho por el arte valenciano?
Pudo conseguir algo muy
difícil, como es desarrollar una carrera internacional. Le ayudó
mucho haberse instalado en Nueva York. De los artistas españoles es
uno de los mejores considerados en el coleccionismo internacional. No
obstante, para ello fueron muy importantes sus inicios con Equipo
Crónica, que supuso su gran impulso y marcó también una época muy
importante en nuestra ciudad.
¿Cómo se da ese
paso?
En lo que a la carrera
del artista se refiere, lo importante para dar el paso y poder
evolucionar es establecerse unos grandes objetivos. Para llegar al
ámbito internacional primero hay que empezar en el territorio local.
No obstante, se trata de un trabajo muy sacrificado que te obliga a
disponer de mucho tiempo, estando en un constante movimiento y
evolución.
Son pocos los artistas
que viven del arte pero es importante pertenecer a una buena galería
que represente a sus artistas en ferias nacionales e internacionales,
dándoles el apoyo necesario para seguir su carrera y visibilizarla.
¿Se observan síntomas
de desaceleración?
Siempre intento ser
positiva, como autónoma que soy. Hay que seguir trabajando muchísimo
para que nuestros proyectos se mantengan y evito ser negativa. Espero
que la gente vuelva a confiar en que la crisis se ha quedado atrás.
Está instalada en los
aledaños de la milla de oro, una zona comercialmente muy destruida.
Ha pasado en todos los
sectores, luego es normal que haya sucedido en el ámbito del lujo,
donde han cerrado negocios y otros han abierto, como es nuestro caso
hace cuatro años. En general pienso que los clientes siguen
apostando por la calidad, sea el producto que sea. Y esto se notará
poco a poco.
El esfuerzo ha de ser
diario y constante. Por eso ser emprendedor siempre conlleva riesgo y
obliga a ser positivo y mantener la ilusión.
¿Qué pintores han
marcado impronta histórica?
Picasso marcó un antes y
un después. Todo el arte contemporáneo actual, tenga o no que ver
con el cubismo, está impregnado por él.
Con la aparición de la
fotografía, la pintura se liberó y surgieron movimientos muy
trascendentes, con el expresionismo por ejemplo.
¿El mundo árabe está
sufriendo una regresión?
La guerra nunca ha sido
la solución a los problemas. Siria era un país con una cultura
formidable, con una gran riqueza artística y un paisaje fantástico.
No obstante, la situación actual está acabando con todo ello y
afecta gravemente a todos sus habitantes, sobre todo a la clase más
desfavorecida. Confío en que termine pronto y vuelve a ser el país
que fue.
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