Ángeles Gómez. / epda No hay nada más saludable que tener la voluntad de devolver la normalidad a Segorbe, y eso es precisamente para lo que hemos trabajado intensamente durante este mes desde que la legislatura comenzó a andar y en la que el Partido Popular de Segorbe volvió a tomar las riendas de un Ayuntamiento que habían despoblado de ilusión, falto de ganas de trabajar y excesivamente enfermo por la desidia y la dejadez.
Han bastado 30 días para que el nuevo equipo de gobierno haya comenzado a devolver la normalidad a Segorbe, una normalidad que nunca debió perder y de la que nunca merecimos los segorbinos salir de ella, simplemente porque no nos lo merecíamos. Han bastado 30 días para que el nuevo equipo de gobierno haya recuperado la normalidad al tradicional mercado del jueves, que ha pasado de ser un impedimento -por la molesta ocupación de la Calle Colón que impedía el paso normal de turistas, comerciantes y vecinos de la zona- a ser un alivio para todos.
Han bastado 30 días para que el nuevo equipo de gobierno haya comenzado con una limpieza profunda de calles, un plan de choque que no ha sido fácil pues la dejadez de los últimos 4 años de desidia se han saldado con un coste profundo para todos los segorbinos que vieron como sus calles perdían la lucidez para convertirse en un municipio gris, tan gris como el propio equipo de gobierno que formaron el matrimonio de conveniencia del PSOE y SP. Han bastado 30 días para que la fianza que se cobraba a las asociaciones o entidades que solicitaban mesas, sillas y carpas al Ayuntamiento sea eliminada pero además ahora nos comprometemos a llevarlas al lugar solicitado por los demandantes.
Han bastado 30 días para que el Ayuntamiento de Segorbe comience los trabajos de poda de alrededor de 150 árboles distribuidos en diferentes calles de la localidad.
Han bastado 30 días para que el gimnasio y la piscina climatizada municipal recupere el ritmo tras 4 años en los que la concejala de deportes y el ex alcalde -ahora el más socialista del mundo mundial- no llegaron a pisar ni una sola de sus salas y menos aún ser usuarios. En estos 30 días se han propuesto modificaciones importantes como es el mantenimiento del horario estival con prácticamente el mismo número de clases que en época de invierno o la salida al aire libre de las clases dirigidas de los jueves tarde o diversas actuaciones de mejora en las instalaciones.
Eso sí, también han bastado 30 días para conocer y sufrir la herencia envenenada recibida de aquellos gobernantes más preocupados por las cenas, los vinos de honores y los regalos que por trabajar 24 horas al día por y para Segorbe, que afortunadamente vuelve a recuperar una normalidad merecida y esperada por todos.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia