Pere Ferrer. /EPDA Sin acabar de pasar el 28 M, sin tiempo para la celebración o el duelo o incluso para el análisis, porque yo siempre he estado en ese último gremio, en el de analizar las cosas con perspectiva, ya que entiendo la profesión periodística como un ente objetivo y distante, lo que hagan otros compañeros posicionándose, ya es cosa de ellos.
Pues bien, arrebatado ese tiempo de valoraciones, resulta que tras el 28 M nos invitan al 23 J. Como siempre, para el que no quería caldo... ya saben.
Lo peor de todo, que lo que debiera dar de sí el resultado de las autonómicas apunta a que no se resuelva hasta pasadas las elecciones generales. Mientras tanto, inacción de gobierno. Y por el camino: Ciudadanos se borra junto a un UNIDES Podem que solo tiene ya una oportunidad de la mano de SUMAR; un VOX que sigue estando ahí sin hacer el mínimo esfuerzo productivo, un PSPV que ha jugado mal sus cartas y un PPCV que recupera el perdón del público y tendrá que demostrar que era merecido.
Y si nos vamos a lo que viene, sigo viendo a un Pedro Sánchez que prefiere que lo echen a través de las urnas antes de que lo vuelvan a echar sus barones. Un Pedro Sánchez que achucha a los Podemos, Compromís, Más País y 'sumatorios' varios para que le salven el cuello. Y del otro lado, un PP surfero que quiere aprovechar la ola de las municipales y autonómicas que le ha devuelto al disparadero.
Veo nervios y salidas de tono, propuestas de debates semanales a dos bandas sin sentido, modelos rancios de prestigiar un bipartidismo que hicieron malos a todos. Era preferible contar con un hemiciclo más plural, aunque la imagen que nos queda en la retina no era la esperada. No hemos sabido pactar, ni ejercer con sentido de estado gobiernos de coalición, nos sigue faltando rodaje en esas lides. En cualquier caso, veremos que da de sí votar en tiempo de estío y que no pequemos de hastío.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia