En
segundo lugar, las barreras burocráticas, de información y
comunicativas expulsan a las personas con menos nivel educativo o de
origen extranjero debido
a la dificultad de los procesos burocráticos si no se cuenta con un
asesoramiento. Los servicios sociales apoyan a quienes acuden a ellos,
pero no todas lo hacen, siendo un factor a contemplar el miedo al
estigma de sentirse y ser percibidas como familias
en riesgo de exclusión social.
Como
tercer obstáculo, Save the Children apunta a la rigidez de la
organización de las escuelas. La educación 0-3 como medida de
conciliación obedece
a horarios y condiciones laborales a tiempo completo y estables, muy
diferentes a la realidad de las familias con empleos precarios y
horarios atípicos. Esto provoca que las familias no escolaricen a sus
hijos, lo hagan en escuelas privadas o acudan a servicios
informales de cuidado. Además, los criterios de admisión en muchas
plazas públicas y concertadas priorizan a las familias con dos
progenitores con trabajo regular, que no son el perfil de las familias
más vulnerables.
Por
último, las barreras ideológico-culturales también limitan o dificultan
el acceso. La infravaloración de la educación en edades tan tempranas,
la
consideración que a esas edades los niños y las niñas deben estar
exclusivamente al cuidado de sus familias o la consideración de que no
es una educación de calidad privan de los beneficios que la estimulación
educativa a edades tempranas tiene para la infancia.
Save the Children considera que supone un “todo o nada” ya que casi no
se ofertan modelos intermedios entre hogar y escolarización, donde
puedan participar los niños y niñas con sus familias.
El
director de la organización en la Comunitat Valenciana asegura que “a
pesar de que en los últimos años se han logrado avances hacia la
escolarización
de los niños y niñas valencianos, todavía estamos muy lejos del acceso
universal”. “Es fundamental asegurar el pleno desarrollo, aprendizaje y
bienestar de los niños y niñas de 0 a 3 años de la Comunitat Valenciana,
con una atención educativa integral, que
trabaje estrechamente con la familia y con los servicios sociales,
sanitarios y de ocio. Sólo de esta forma podremos garantizar que todos
los niños y niñas pueden disfrutar de su derecho a la Educación”, afirma
Hernández.
Medidas para que nadie quede fuera
Save
the Children considera que el acceso al primer ciclo de la educación
infantil no puede ser un privilegio dado que los primeros años de vida
son fundamentales
para evitar el fracaso escolar. La desigualdad de oportunidades que
sufre la infancia desfavorecida tanto en la Comunitat Valenciana como en
España perpetua el ciclo de pobreza y exclusión social. Por ello, pide
que en la futura Ley Integral Valenciana de
Educación se reconozca el derecho de todos los niños y las niñas a
acceder al primer ciclo de educación infantil y garantice que aquellos
más vulnerables puedan contar con plazas gratuitas. Para garantizarlo,
se crearán plazas asequibles mediante medidas de
tarificación social, con un precio mínimo suficientemente bajo y
comedor para familias de bajos recursos, y criterios de acceso que
prioricen renta y vulnerabilidad.
Además,
la organización recuerda la importancia de esta etapa educativa desde
un enfoque holístico, poniendo el foco tanto en la educación como los
cuidados.
Para ello, es necesario tomar las medidas adecuadas para asegurar la
calidad (ratios adecuadas, formación de profesionales, etc.), el
seguimiento y evaluación mediante la recopilación de datos fiables y
válidos y una coordinación efectiva entre las administraciones
con competencias en la organización y gestión.
Sobre Save the Children
Save
the Children es la organización independiente líder en la defensa de
los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 120
países salvando
vidas, proporcionando seguridad y protección a los niños y las niñas y
defendiendo sus derechos en el marco de la Convención sobre los Derechos
del Niño de Naciones Unidas.
En
España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a
los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de
pobreza
o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan
una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la
situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no
les impida disfrutar plenamente de sus derechos
y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.