Una pareja en la cama/EPDA A finales del pasado mes de enero la Generalitat Valenciana lanzó una nueva batería de medidas para luchar contra la pandemia de la Covid 19. Tras decretar el cierre total de la hostelería y de los comercios y negocios no esenciales a las 18 horas, el Consell también prohibió las reuniones en interiores entre personas no convivientes y limitó los encuentros al aire libre entre personas no convivientes a dos personas. Acto seguido, a la mente de muchos castellonenses vino, cual castigo, la frase “nada de sexo en unas semanas”.
Aunque esto no es del todo cierto y es que la norma establece, entre otras muchas excepciones, que está permitida
la reunión de dos personas no convivientes que mantengan un vínculo matrimonial o de pareja. Además, las personas que viven solas podrán formar parte de otra unidad de convivencia, formando una unidad de convivencia ampliada.
Datos
La provincia de Castellón cuenta actualmente con 571.601 habitantes, de entre los cuales en 2019 existían 2029 unidades matrimoniales entre personas mayores de 18 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
El Estudio Ulises elaborado por la empresa My Word analizó los hábitos sexuales de los españoles y llegó a la conclusión de que en nuestro país practicamos sexo una vez por semana, algo que se confirma en el caso de la provincia de Castellón, con un porcentaje de un 42% de personas que se acuestan con alguien cada semana frente al 10% que no mantiene relaciones. La mayoría prefiere tener relaciones en pareja y más del 74% de los castellonenses considera que el acto sexual es mejor si existe una relación de afecto.
Los más activos sexualmente en nuestra provincia tienen entre 35 y 44 años. En esta franja de edad un 29% de
personas confiesa tener sexo entre tres y cuatro veces por semana. Además, las personas que tienen pareja estable
practican sexo con más frecuencia y quienes acaban de comenzar una relación tienden a mantener más relaciones
sexuales que aquellos que ya llevan varios años como pareja.
Una encuesta revelaba en 2003 que el 72% de los alumnos de la Universidad Jaume I mantenía relaciones sexuales
y que un 33% de estos lo hacía con una frecuencia de más de tres veces a la semana, mientras que el 26% mantenía
una relación semanal y el 13% practicaba sexo dos o tres veces al mes. Dicho estudio también incidía en el uso del preservativo, que era escaso entre los estudiantes que llevaban acabo algunas de las prácticas sexuales de mayor riesgo. Por aquel entonces, sólo utilizaban siempre el preservativo el 68% de los que practicaban el coito vaginal,
el 9% de los que se decantaban por el sexo oral y apenas un 35% de aquellos que practicaban el coito anal,
que constituye la práctica de mayor riesgo.
En 2006 el psicólogo Manuel Mestre, del servicio de asesoría sobre afectividad y sexualidad para jóvenes del
Ayuntamiento de Castellón, reveló que los jóvenes castellonenses mantenían su primera relación sexual a los 15
años. Hoy en día esta tendencia ha cambiado y, a pesar de estar en la era de las Apps para ligar, de las que luego hablaremos, muchos jóvenes ya no tienen tanto interés en mantener relaciones sexuales. La crisis económica y sanitaria, la ansiedad, los antidepresivos, la privación de sueño o la edad de oro del porno y los vibradores son algunos de los factores a los que achacan los expertos este cambio de tendencia. Alrededor del 60% de los adultos menores de 35 años vive sin pareja, lo que hace que disminuya drásticamente el número de relaciones sexuales. Los nuevos tiempos están propiciando que los jóvenes no se vean presionados para mantener relaciones sexuales, priorizando los estudios o el trabajo sobre el amor y el sexo. Todo esto también lleva a que la gente cada vez se case más tarde y tenga su primer hijo con cerca de 40 años.
Los pueblos del amor
Dos localidades castellonenses destacan como dos de los mejores pueblos para ligar en la Comunitat Valenciana, Vallat y Castell de Cabres. La primera cuenta con un 64,25% de solteros en una población formada por un 59,62%
de mujeres y un 40,38% de hombres. Un 75% de la población de Castell de Cabres está soltera. En el total de los habitantes, un 62,5% son hombres y un 37,5% son mujeres.
Efectos de la sequía
La pandemia de la Covid19 y el confinamiento domiciliario al que nos tuvimos que enfrentar la pasada primavera
han provocado un incremento de la disfunción sexual debido al miedo o a la ansiedad. Los expertos destacan que las
malas perspectivas económicas elevan el estrés, que condiciona la afectividad y el deseo sexual.
El confinamiento también provocó la ruptura de muchas parejas y los posteriores divorcios, que aumentaron
un 30% en Castellón entre abril y junio. Pasar todo el día con una misma persona hace que los roces surjan y cada vez haya más peleas que acaban en la disolución de la relación.
El sexo previene el estrés, mejora nuestro sueño gracias a la liberación de hormonas como la oxitocina, refuerza
el vínculo con nuestra pareja, mejora nuestra piel y nuestro pelo, reduce el dolor, regula la tensión arterial, quema
calorías, potencia el sistema inmune y aumenta la fertilidad. La falta de él hace que estemos más irascibles, más
cansados y enfadados con el mundo. En épocas de “sequia” muchas personas recurren a sustitutivos como el
chocolate.
La era de Tinder
Los tiempos han cambiado y como diría El Canto del Loco, “Ya nada volverá a ser como antes”. Las Apps para ligar han llegado para quedarse. Estas plataformas eran un negocio de nicho hace algunos años, con usuarios limitados por un alto estigma social. Las estadísticas dicen que al menos el 60% de la población usa estas Apps, aunque no todos lo reconozcan.
Estas plataformas empezaron como sitios web aislados por la opinión pública y carente de estética, hasta que
llegaron a los smartphones. Tinder y Meetic anunciaban a golpe de match que algo se estaba cociendo y pronto empezaron a crecer sin control. El negocio del amor crecía a cada segundo y lo que antes era solo para nerds comenzó a ser de uso común. Pero, ¿Qué ha buscado la gente en estas Apps en tiempos de coronavirus? Simplemente compañía. Una válvula de escape ante la rutina del encierro, que ha hecho mella psicológicamente en muchas personas.
El satisfayer
Sin duda, la revolución en todo lo relacionado con los juguetes sexuales es el satisfyer, el succionador de clítoris con apariencia de limpiador facial del que todo el mundo habla. Tras su uso, muchas mujeres aseguran que nunca han sentido nada igual. Este aparato produce que el flujo sanguíneo aumente en la zona y provoca orgasmos intensos e incluso múltiples en solo cuestión de minutos. Algunas de las mujeres también han experimentado, gracias a este pequeño dispositivo, la conocida como eyaculación femenina.
Atrás ha quedado aquella época en la que los consoladores eran trending topic en la vida de muchas mujeres.
Aquel cilindro con forma fálica parecía perenne pero ahora está definitivamente condenado al ostracismo gracias
a la explosiva llegada del satisfyer. Un estudio ha revelado que el 88% de las mujeres se masturba, ocho puntos menos que los hombres. Ellas lo hacen al menos dos veces por semana, mientras que ellos lo hacen el doble. Ellos están 14 minutos de media, mientras que ellas solo necesitan 13. El 40% restante utiliza algún juguete como el propio satisfyer u otros como el huevo vibrador, el Double Joy o el anillo vibrador.
El satisfyer ha sido el gran salvavidas para muchas mujeres durante el confinamiento, tanto para aquellas que se
vieron forzosamente obligadas a no ver a sus parejas como para aquellas mujeres que viven su soltería y su vida
sexual con total libertad. Cada vez son más las mujeres que se preocupan por conocer su cuerpo y disfrutar
de su sexualidad. Las mujeres están demostrando en estos tiempos de pandemia que son totalmente independientes
para proporcionarse su propio placer.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia