Acabo de leer -sí, leer- las declaraciones que una conocida influencer hace sobre la lectura y llevo un rato hablando sola. Según parece, la comunicadora de marras, que, para más inri, es descendiente de una gran escritora, dice algo así como que no es necesario leer, que hay que superar eso, y que no te hace mejor persona. Y se queda más a gusto que un arbusto.
Lo bien cierto es que sus palabras han desperado gran algarabía -por decirlo de una manera adecuada para quien sí lee-, y no sin razón, porque si ese es el modelo que damos a nuestra juventud, dado el gran numero de seguidores de la interfecta, aviados vamos. Porque quien no disfruta de la lectura, no sabe lo que se está perdiendo.
No pretendo ponerme cultureta. Ni siquiera pretendo ponerme en modo escritora que quiere que la gente lea sus libros, aunque lo sea. Pero me da mucha pena que alguien se jacte de no leer, y que además diga que “hay que superarlo”. Quizás, si la muchacha leyera, sabría que “superar”, según el Diccionario de la RAE, equivale a “ser superior a alguien”, “rebasar”, “vencer los obstáculos” o “hacer algo mejor que en otras ocasiones”. Y no veo que ninguna de estas acepciones encaje en su frase con relación a la lectura, por más vueltas que le dé.
No obstante, hay que reconocerle que leer no hace a nadie mejor persona. Pero lo que sí le hace, sin duda alguna, es una persona más culta, y eso nunca cae en saco roto. Ya nos dice el refranero que el saber no ocupa lugar.
A mí, como lectora voraz e impenitente que soy, leer me hace disfrutar. No lo hago por ser mejor, ni siquiera por tener más cultura, aunque eso sea una consecuencia inevitable, sino porque disfruto con ello. Y me da mucha lástima que haya gente a la que no le pase. Quizás es porque lo han probado poco, o porque no dieron con el libro correcto, pero yo les aconsejaría que lo volvieran a intentar. Siempre hay un ejemplar dispuesto a enamorarnos, solo hay que saber encontrarlo. No hay ninguna obligación es que a una le gusten todos los libros, que para gustos hay colores. Seguro que a la influencer no le gustan todos los vestidos, o todos los zapatos, o todos los bolsos que ve y no por eso deja de ir divina a cualquier evento.
Ella ya es mayorcita para no leer, y no se la puede obligar. Pero le recomiendo que lo haga. O le pido, al menos, que no desanime a quienes estén en ello. Tampoco es pedir tanto.
SUSANA GISBERT
Fiscal y escritora (@gisb_sus)	
									
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