El vicesecretario de Educación, Empleo e
Integración Social del PSPV-PSOE, Miquel Soler, aseguró ayer que las medidas
que está adoptando el gobierno de Fabra en educación demuestran que el Consell
apuesta por “privatizar la enseñanza de calidad y que la pública sea una
enseñanza de caridad”.
En este sentido, señaló que “si hay
menos profesores y más alumnos por aula habrá peor atención al alumnado y, por
tanto, más fracaso; si hay menos becas y ayudas a las familias se va a reducir
el número de estudiantes en las etapas postobligatorias; si recortan los
presupuestos que tenían previsto para la construcción de centros públicos y, en
cambio, anuncian cesión de suelo para centros privados está claro que su
intención es seguir transfiriendo alumnos de la pública a la concertada”. Ante
esto, advirtió de que “todas estas medidas van a repercutir muy seriamente en
el presente y el futuro de la Comunitat Valenciana, porque tendremos ciudadanos
menos formados y con menos posibilidades de desarrollo personal y profesional,
lo que provocará también un incremento de las cifras de paro”.
Para Soler, este próximo inicio de curso será “el peor de las últimas décadas y
no sólo por los recortes sino porque desde el Consell están intentando
camuflarlos para engañar a los ciudadanos”. Así, explicó que “ante el recorte
de becas de comedor nos hablan de las fiambreras y de los tupper para que las
familias puedan llevar la comida de sus hijos al colegio; frente al recorte de
becas de libros anuncian la creación de un banco de libros como gran novedad o
al anunciar un plan como el del plurilingüismo, que va a suponer el olvido
permanente de la enseñanza y apuesta por el valenciano, engañan a las familias
con un supuesto nivel de inglés para sus hijos que no va a ser tal, ya que, han
contratado a becarios, con el dinero de los libros, para que hagan el trabajo
que estaban haciendo los profesores con la mitad de sueldo y sin la preparación
adecuada”.
Además, también lamentó que el Consell “sigue ahogando a los centros sin pagar
una deuda que ya supera los 40 millones de euros y aún tienen el valor de
seguir hablando de problemas puntuales de tesorería cuando han sido una
constante durante estos 17 años de gestión”. Por último, Soler denunció el
“problema crónico de los barracones porque “hay alumnos que no han conocido un
aula en condiciones durante toda su escolaridad”.
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