Alejandro Portero, alcalde de CheraSeguro que muchos de ustedes, cuando lean este modesto artículo que me dan la oportunidad de publicar, están disfrutando de las merecidas vacaciones que se han ganado durante el año en uno de nuestros pueblos de interior.
La comarca de la Plana de Utiel-Requena está formada por 9 pueblos, dos de ellos con una población considerable y el resto cuyos números oscilan entre los 1.200 y 500 habitantes, como es el caso de Chera.
Con esto quiero decir que los presupuestos anuales están ajustados a servicios y mantenimiento en función de esos habitantes, en el caso de Chera unos 600,000 euros al año contando algunas subvenciones.
Todo ello viene a colación en estas fechas porque pueblos como el que yo gestiono se ve sobrepasado por la cantidad de visitantes que tenemos y que gracias a ellos podemos mantener negocios todo el año, pero a la vez pasamos de ser un pueblo de poco menos de 500 habitantes en invierno a mas de 2000 en estas fechas, si a todo ello añadimos la gestión de servicios como piscina, agua potable, basura, polideportivo, fiestas patronales, etc., hace que el personal del que disponemos sea claramente insuficiente y sin las necesarias ayudas para la contratación nos es muy complicado poder atender correctamente a todo.
Por otra parte las personas que nos visitan deben exigir los servicios necesarios pero siempre teniendo en cuenta que no se encuentran en una gran ciudad o un pueblo de la zona metropolitana de Valencia sino en un pequeño pueblo de interior con un Ayuntamiento limitado de personal y servicios, que aún así intenta agradar a todos.
También deben colaborar evitando o denunciando actos de vandalismo, como los que ha sufrido Chera este verano, ya que no es solo responsabilidad del equipo de gobierno sino de todos, puesto que es algo que nos afecta.
No obstante, las administraciones públicas de las que dependemos económicamente como la Generalitat Valenciana y la Diputación de Valencia deben ser sensibles a este problema de una demanda de servicios disparada en momentos puntuales del año, y la mejor forma es adecuando los planes de empleo a la época estival, por lo menos en nuestros pueblos.
Que a Chera le den ayudas para contratar a 4 trabajadores en octubre le viene muy bien, pero mejor le vendría en el mes de mayo o junio para poder preparar los servicios para la avalancha que se avecina. Esto es solo un pequeño ejemplo de lo importante que es superar los problemas, en algunos casos burocráticos, en aras de dar un mejor servicio a la población, que es de lo que se trata.
Por último quiero reiterar a todas estas personas que comparten el verano con nosotros que siempre son bienvenidos, que intentamos trabajar, no solo en esta época, sino durante todo el año para que su estancia sea lo más agradable posible, y solo les pediría un poco de paciencia y comprensión a la hora de exigir los mismos servicios a los que están acostumbrados en una gran ciudad.
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