Un restaurante monta una terraza. Archivo/EPDA El presidente de SOS Hostelería, Fidel Molina, ha advertido hoy que la adopción de medidas restrictivas de la actividad económica debe ir ligada a la aplicación de medidas compensatorias. Si la Generalitat y el Gobierno central “no mueven ficha, el sector desaparecerá definitivamente antes de final de año”.
Molina, muy crítico con la falta de medidas de apoyo al sector, ha reclamado al Botànic que “implemente medidas de apoyo a quien, queriendo trabajar, no se le permite”, de la misma manera que ha pedido ser “inflexible” con quienes se salten las normas.
El sector hostelero valenciano vive momentos de verdadera desesperación. Los 35.000 establecimientos hosteleros existentes en la Comunidad Valenciana dan empleo a 190.000 personas. Con una facturación de algo más de 12.000 millones de euros, representa el 6,4% de la riqueza regional. Su recuperación más o menos rápida está sujeta a la evolución de la situación sanitaria y la eliminación o no de las restricciones asociadas, tanto en lo relativo a la movilidad, como en lo referente a las reuniones de personas. El miedo al contagio y el comportamiento de los consumidores suponen también posibles barreras a la recuperación, al menos a corto plazo y con una duración incierta.
Afrontar el impacto que el COVID-19 tiene en el sector se convierte en un esfuerzo titánico en estas condiciones que requiere de importantes apoyos institucionales. Fidel Molina considera que “el apoyo a un sector con tanta relevancia, pero tan alta vulnerabilidad, debería llevar a los gobiernos central, regional y a los ayuntamientos a combinar acciones que faciliten la superación del bache inmediato y más profundo, mediante medidas que faciliten la liquidez y supervivencia de las empresas y la conservación del empleo para contribuir a una recuperación más sólida y una mayor preparación para posibles situaciones similares en el futuro”.
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