Cristina RamónLa árbitro francesa Stephanie Frappart ha sido designada por la UEFA para arbitrar hoy, 2 de diciembre, el partido de la fase de grupos de la Champions League que enfrentará a la Juventus de Turín y al Dínamo de Kiev. De este modo la colegiada, que ya fue hace unos días la primera mujer en arbitrar un partido de la Europa League, el que disputaron el Granada y el Omonia Nicosia, se convertirá también en la primera mujer en pitar un partido de la máxima competición europea. Frappart ya fue la encargada de arbitrar la Supercopa de Europa entre el Liverpool y el Chelsea. La francesa tiene un espejo en el que mirarse y es que, sin embargo, no es la primera mujer designada para arbitrar un partido masculino de la UEFA. Tal honor le corresponde a la suiza Nicole Petignat, que pitó partidos de clasificación de la Copa de la UEFA entre 2004 y 2009.
El ejemplo de estas mujeres debe servir para que otras niñas y no tan niñas que sueñen con arbitrar en las máximas competiciones futbolísticas y también en otras disciplinas vean su sueño cumplido y rompan definitivamente ese techo de cristal que impide ver a mujeres vestidas de corto y poniendo orden entre Messi, Cristiano, Neymar, Mbappé y compañía. Estas mujeres están más que capacitadas para arbitrar un partido de máxima intensidad, ya que se han preparado para ello desde jovencitas, entrenando y estudiando para llegar a la cima en el mundo del arbitraje. Stéphanie Frappart fue elegida en 2019 mejor árbitra del mundo, tiene prestigio, reconocimiento internacional y los galones suficientes para llevar a cabo esta tarea. Además, la francesa se ha pasado su vida profesional rompiendo barreras, ya que también fue la primera mujer que arbitró de forma regular en la League 1 y en ser miembro del Comité de Árbitros Franceses. No hay imposibles para ella.
La historia de esta árbitra francesa debe servir para que muchas niñas se inspiren gracias a ella y entiendan que pueden llegar a ser todo lo que ellas quieran y que solo necesitan esfuerzo, trabajo y perseverancia para conseguir sus objetivos. Las mujeres debemos reclamar nuestro sitio en el mundo del deporte y luchar para seguir rompiendo más y más barreras cada día. No somos inferiores, no tenemos menos capacidades competitivas que los hombres y en el caso del fútbol hay muchas mujeres que juegan con una pasión y una entrega que muchas veces no se ve en un hombre, sumado a otras tantas que entienden el juego igual o mejor que muchos de ellos a la hora de arbitrar. A todas las niñas que sueñan con dedicarse al mundo del deporte les digo desde aquí que no se pongan límites ellas mismas, que apunten sin miedo a lo más alto. Seguro que consiguen todo aquello que se propongan, ya que con su trabajo diario se lo habrán ganado. Ninguna profesión debería estar determinada por el sexo y el arbitraje no es una excepción. Stephanie Frappart está comenzando a rasgar el techo de cristal, pero todavía falta un último empujón para romperlo definitivamente. Porque lo romperemos. Seguro.
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