La elevada proliferación de plagas de insectos provocados por las altas
temperaturas y la humedad ha obligado a la concejalía de Agricultura y de Medio
Ambiente del Ayuntamiento de Sueca a sufragar un tratamiento aéreo ante la
pasividad de la Conselleria. “Debido a las quejas de los vecinos a causa de
las molestias provocadas por estos insectos, hemos tenido que tomar cartas en
el asunto aunque lo ideal hubiera sido que la
Conselleria o la Diputación hubiesen actuado no sólo en Sueca y su término
municipal,sino también en otras poblaciones afectadas y colindantes, para que
así el efecto contra esas plagas hubiera sido más potente. Pero en Sueca nos
cansamos de esperar a la Generalitat, que no se ha dignado ni a contestar a
Sueca, y actuar aunque sea en nuestro territorio, aunque lo ideal hubiera sido
un plan de choque financiado por el gobierno autonómico”, aclara el
concejal de Agricultura, Dimas Vázquez.
El pasado miércoles, 23
de julio, el helicóptero aterrizó en las inmediaciones de la Muntanyeta dels
Sants para iniciar los trabajos que consisten en atacar las larvas que se
reproducen en las zonas problemáticas y que no pueden ser tratadas desde el
suelo. Esta actuación supondrá un coste de 18.000€ para las arcas municipales,
“y 18.000€ más adelante para los trabajos de prevención que se efectuarán en
invierno y que servirá para evitar que se extiendan la primavera que viene”, comenta
el concejal de Agricultura y responsable del Consell Agrari, Dimas Vázquez. Ese es el plan trazado por la Junta del Consell Agrari
y su presidente, Dimas Vázquez, así como por la Concejalía de Medio Ambiente de
Manoli Egea.
La fumigación se lleva
a cabo a través de un producto bacteriano llamado “bacillus thuringiensis”,
específico para este tipo de insectos y respetuoso con la flora, la fauna, las
personas y sin toxicidad para el ecosistema. “Se trata del único autorizado
para su utilización en el Parque Natural de la Albufera”, asegura el
biólogo de la empresa, Rubén Bueno.
Para que sea más
efectivo el tratamiento aéreo se apoyará de
pulverizaciones terrestres que se realizarán hasta fin de año. La
fumigación terrestre, “se realiza semanalmente con una cuba y se pulveriza
directamente sobre la lámina de agua para acabar con las larvas”, explica
Bueno. Asimismo, el tratamiento aéreo tiene una doble
funcionalidad “por una parte hacer el tratamiento para el control de los
mosquitos y, por otra, vamos a georeferenciar todos aquellos focos ocultos que
desde tierra no localizamos”, explica el gerente de la empresa contratada y
piloto del helicóptero, Noé García. El helicóptero llega donde no lo
hace la cuba y permite localizar láminas de aguas estancadas, cerradas por
cercas o vegetación, que a ras de suelo no se ven.
Todo esto se consigue
mediante un sistema avanzado llamado DGPS “la aplicación se realiza con un
sistema más preciso que el GPS y donde aplicamos el producto larvicida queda
registrado en la base de datos del equipo y lo almacenamos durante cinco años”,
explica García. “Con los datos que recogemos elaboramos el cartografiado del
municipio para el control de los insectos”, concluye el gerente.
El alcalde de Sueca,
Salvador Campillo, lamenta que se haya realizado tan tarde y ha insistido en que “el tratamiento se hace con el dinero de las
arcas municipales y el deseo de que sea efectivo para el bienestar de todos los
vecinos”.
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