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Leo la entrevista que en el VANITY FAIR le hacen a ALBERT SERRA y ROCA REY sobre el último film del primero acerca del matador de moda y sus peripecias, última Concha de Oro, "TARDES DE SOLEDAD", y me llama poderosamente la atención una de las primeras y sagaces preguntas que al laureado director catalán le formulan...
El porqué eligió precisamente este tema "crepuscular" de la tauromaquia, para este tan particular documental sobre Andrés Roca Rey y su cuadrilla. Pues suponer que la tauromaquia está siquiera próxima a su extinción es tan realista y acertado como los reiterados vaticinios sobre el final de la radio. O del teatro. Con los que por cierto nos vienen machacando inmisericordes desde niños.
Aún recuerdo al respecto aquellos pálidos profetas de los 70 que también auguraban el agotamiento científicamente indiscutible del agua potable y de los hidrocarburos... Para cuando llegará el nuevo milenio. Aseguraban... Y en los 90 todos aquellos científicos que predecían el inapelable y apocalíptico final de nuestra especie. Qué como por un sumidero se precipitaría pecadora por el hoy al parecer inexistente agujero de la capa de ozono.
Pues más de las veces desafectos recalcitrantes de toda religión, se nos presentan hogaño como los " CIENTÍFICOS NEOPROFETAS". Casi como un número más del BOMBERO TORERO. Y eso sí, del palo catastrófico; que es lo que más vende en esto de los futuribles. Desde MALAQUIAS pasando por SAN JUAN. Es cierto. Excepcionando a RAPPEL. Obviamente.
Así que ya sabes. Paga su juerga y calla. Y cuidado no con la bilirrubina si no con el odio. Y además aguantemos sus siempre irrefutables y babosos pronósticos. Como con cualquier otro colega en aquellas tabernas del BUKOWSKI.