La viñeta de Vicente J. García Nebot. EPDAURBANISMO HOSTIL
Hermanos:
en las ciudades ya hace años que las palomas nos molestan porque lo
ensucian todo y, dicen, que son un nido de infecciones (nunca mejor
dicho). Por eso en algunos sitios las cazan para soltarlas luego en
medio de la sierra. Pero, como estos bichos son sucios, mientras
estén en las ciudades y no se estén haciendo fotos con nuestros
niños mientras les dan de comer, mejor alejarlos de monumentos y
zonas de paso de la gente con obstáculos que les impidan posarse a
descansar. Esto no es una crítica. Al contrario, me parece bien.
Solo es para situar el tema de hoy: cuando lo que molestan y ensucian
son los “sintecho”.
Como
las palomas son gente que están ahí, en el centro de las ciudades,
pidiendo unas monedas para poder comer y con todas sus pertenencias
encima o en un carro de la compra. Los solemos ver pero, molestos,
hacemos como si no estuvieran.
Pues
el urbanismo hostil es el que se aplica contra estos ciudadanos
venidos a menos y que no pueden o no quieren integrarse en el
sistema. Es un urbanismo que pone unos estéticos obstáculos debajo
de los puentes para que nadie pueda cobijarse bajo en noches de
lluvia. O el que pone en los parques bancos lo suficientemente
cómodos para sentarse un rato, pero insufriblemente incomodos para
poder dormir a la intemperie.
Es
una manera de ir echándolos hacia las afueras ya que no podemos
cazarlos y soltarlos en la sierra.
Sin
embargo, en Vancouver (Canadá), que hace un frio que pela, son más
solidarios y han creado bancos que por la noche pueden tener un
techo. De repente los “sintecho” dejan de serlo por unas pocas
horas. ¿tú que harías en tu ciudad?
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