¿Está usted cerca de una zona boscosa?
Gracias
a que hemos eliminado la diversidad de nuestros bosques tiene un 90 %
de posibilidades de que sean pinos. Bien, pues levante la mirada
hacia las copas... ¿Ve zonas marrones y amarillentas entre el verde?
Pues es el rastro del galope desbocado del Tomicus Destruens, la
mayor plaga conocida hasta ahora en nuestros bosques. Vaya imaginando
que donde están esas manchas después no habrá nada, son árboles
sentenciados.
En
estos momentos llevamos alrededor de 300.000 hectáreas afectadas en
el País Valenciano, (en 2012, peor año de este siglo, se quemaron
57.000). Es un desastre ecológico sin precedentes.
¿Quá significa esto? Significa que podemos estar asomándonos al principio
del fin de nuestro mundo tal y como lo conocemos, Llámenme
alarmista. La razón: falta de lluvia= sequía= árboles débiles=
ataque de las plagas= desaparición de la masa forestal= menos
lluvia= más sequía= más aumento de la temperatura= más desertización,
más miserias...y así en una espiral descendente hacia el
infierno.
Sin
embargo, no hay agitación, no corre la noticia, no se ve alarma
social, todo continúa como si no pasara nada, parece que nuestra
mayor preocupación es qué vamos a comprar estas navidades.
Es
una situación de máxima prioridad, y eso significa que si no somos
capaces de cambiar nuestro orden de prioridades de
inmediato...sinceramente: estamos jodidos.