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Toni Gaspar: ''Me gustaría seguir como presidente de la Diputación de Valencia''
''La Ley de Contratos al final acaba perjudicando a mucha gente''
''Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Y eso es lo que teníamos que haber dicho todos desde el minuto uno''
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PERE VALENCIANO - 04/12/2018
Un momento de la entrevista a Toni Gaspar en la propia Diputación de València. FOTO JORGE MARTÍNEZ
Entrevista a Toni Gaspar
¿Quién es Toni Gaspar?
Toni Gaspar es un chico de Faura, que desde siempre le ha gustado dedicar su tiempo a hacer cosas por los demás, que tiene su profesión, pero que en un momento determinado estuvo decidido a presentarse como alcalde de Faura, y que ahora es presidente de la Diputación, que intenta todos los días, y no es trabajo fácil, hacer las cosas lo mejor que puede y mejorar las cosas lo mejor que puede, algo que, tratándose de la administración y tratándose de los tiempos que no han tocado vivir, no es tarea fácil.
El PSPV ha pasado de matarse entre las familias, después de que Joan Lerma perdiera la presidencia de la Generalitat en 1995, a estar gobernando ahora mismo en España y la Comunitat, en la Diputación de Valencia y otros muchos municipios, a través básicamente, de pactos con Compromís. ¿Cómo ha vivido personalmente esta evolución?
En la oposición hace mucho frío y la gente busca el calor y suceden estas luchas, si no que se lo pregunten al partido que está en este momento en la oposición, el PP. No hemos pasado de matarnos a gobernar, sino que cuando se está gobernando, los partidos al final son instrumentos que tiene la sociedad, son pilares en los que nos sujetamos hoy en día. Entonces, nuestro objetivo es gobernar las instituciones, aplicar nuestras políticas. Cuando eso no es así, existe un exceso de tiempo que se invierte en cómo llevar ese proceso internamente, sobre cómo llegar a ese poder y esto, evidentemente es una cuestión muy humana, pues todo el tiempo que tienes que estar invirtiéndolo dentro de la institución, lo tienes para invertirlo en la organización. Y en este caso, además, llegamos a las instituciones, más o menos hace cuatro años, en un nuevo formato que no estábamos acostumbrados, un formato que muchos demonizaban, un formato donde somos varios. Hasta ahora estábamos acostumbrados a ser unos u otros. Eso acabó hace mucho tiempo en Europa y ha acabado en España. La sociedad es muy diversa y tiene muchos proyectos y lo que piden de las instituciones es que se aclaren esos proyectos. Lo dice alguien que venía de no experimentar esta cultura de pactos. Como diputado de Hacienda, llevaba cuatro años en la oposición en la Diputación, luego comencé como vicepresidente, tenía que elaborar unos presupuestos con estos posicionamientos y mi experiencia ha sido enriquecedora, porque es verdad que pierdes tiempo, pero porque también inviertes tiempo. Estoy convencido que es mucho mejor que hacerlo solo, con una variable, con un solo partido político. Además de esto, es lo que piden los ciudadanos, y es eso lo que pide la tendencia en toda Europa. Evidentemente no es todo bonito, porque nada es bonito al 100% ni nada es tan malo al 100%.
Usted se enfrentó en su día, al actual secretario general y presidente de la Generalitat, Ximo Puig y también a José Luis Ávalos, secretario de Organización del Partido Socialista, siendo entonces aliados. Después de lo que ha pasado con Jorge Rodríguez, ¿su sensación es que le han premiado o que lo han castigado?
Yo no tengo ni una sensación de premio ni de castigo, porque ni tienen que premiarme por nada, ni tienen que castigarme por nada. La única sensación que tengo es que aquí pasamos momentos duros a principio de verano con Jorge Rodríguez, por una cuestión que ha sido más dura para él, porque en este momento la investigación se encuentra bajo secreto de sumario y todavía no sabe de qué se le acusa. Lo que sabemos todos es algo sobre unos contratos, donde uno puede equivocarse o no equivocarse, aquí nadie se llevó nada a ningún sitio, cosa que sí que vimos, supuestamente, otras veces. Tomó la decisión de irse y allí está. A mí no se me premió ni se me castigó, solamente formaba parte del gobierno, era el vicepresidente en ese momento y se pensó en mí para gobernar esta última parte de la legislatura. Yo sé que, desde afuera, estamos acostumbrados a que todo tenga una situación de unos contra otros. Los procesos de las primarias que me enfrentaron a Ximo Puig, o el otro proceso provincial donde el otro candidato era José Luis Ábalos, no ha cambiado mi relación con ellos, que siempre ha sido buena. Yo siempre he tenido esos procesos como sanos, hay quienes no lo entienden así, pero yo voy con mi posicionamiento a un posicionamiento orgánico, y gano o pierdo. He perdido esas dos veces, pero luego ha ganado otro proyecto, ganó el de Ximo y el de José Luis, y he sido leal a ese proyecto, nadie me ha visto en esas trincheras. Esa es mi diferencia a lo mejor con otras personas. Yo no estoy en esas trincheras porque entiendo que cuando uno gana, se tiene la legitimidad para hacer lo que uno lleva en su programa. Parece que hoy hay que exagerarlo y teatralizarlo todo. A veces yo, que tengo la oportunidad de hablar con el presidente de la Generalitat en muchas ocasiones, veo que hay tantas cosas con las que hay que estar de acuerdo. También me reúno con políticos y gente del Partido Popular y estoy de acuerdo en muchas cosas también, pero estamos acostumbrados a teatralizar muchísimo las cosas y, sobre todo, desde que existen las redes sociales. Parece que hay que valorizar mucho más en qué se me diferencia y si puedo decir una palabra por encima de la otra para que se me vea, pues la digo; o si puedo hacer una exageración y puedo provocar mejor, pues lo hago. Ese es un mundo que hemos construido, pero es un mundo inútil. Por mucho que teatralices, que se exagere, por mucho que grites y por mucho que insultes, por mucho que le des al Twitter todos los días 23 veces al día para ver quién es más ocurrente, la vida de la gente no mejora con ninguna de esas inutilidades, la vida de la gente mejora con decisiones políticas poniéndose de acuerdo, y muchas veces desde la serenidad. Eso también le pido a los medios de comunicación que le den protagonismo a la serenidad, a la normalidad. Es noticia la normalidad, que no haya noticia puede ser noticia, porque es normalidad. Pero a veces, hacemos noticias, nosotros mismos, solamente para machacar, al contrario, de verdaderas estupideces. Yo creo que la gente nos mira desde afuera y se preguntan si de verdad nos preocupamos de verdaderas tonterías. Los medios contáis, otros fiscalizan, pero los verdaderos actores somos nosotros los políticos.
A muchos les queda la sensación que hay una especie de esquizofrenia en el PSOE cuando se le fulmina de forma tajante y después se le mantiene como alcalde a Rodríguez, y se le promueve como candidato. ¿Qué opina?
No es que haya esquizofrenia, sino que hay situaciones excepcionales y todas han sido excepcionales con él. Por lo tanto, si no queremos soluciones excepcionales, nos quitamos todos y ponemos una máquina que ponga, por un lado, la legislación vigente y por otro lado que entre la instancia y que resuelva la máquina todos los casos. Si hay políticos, y somos personas, es porque una cosa es lo que tenemos que aplicar normalmente y otras cosas es cuando tenemos que aplicar circunstancias excepcionales, por eso somos personas al cargo y no somos máquinas. Eso es lo que ha hecho el partido, después del shock inicial de una circunstancia sobrevenida que nadie se esperaba, sobre todo porque venimos de un periodo del que venimos y del que hemos avisado muchas veces. Todo el mundo es inocente, hasta que se demuestre lo contrario. Y eso es lo que teníamos que haber dicho todos desde el minuto uno, y lo hemos utilizado para hacer política. Si desde el minuto uno, todo el mundo, tanto tirios como troyanos (excepto que te pillen en delito flagrante) todo el mundo fuera inocente, hasta que se muestre lo contrario. Si se hablara con la tranquilidad que se tiene que hablar, y se dejara a la justicia seguir su marcha, estaríamos en otra circunstancia. Aquí tenemos a ministros que han dimitido por cosas que no le competían a su cargo y su gestión, y jefes de la oposición, que, por las mismas cosas, el juzgado les ha dicho que no tienen que imputarle. No pasa nada que un día los medios no tengan nada que decir, no pasa nada que un día los informativos abran con la sociedad civil. Creo que hay que parar un poco, hay mucho margen para la diferencia y mucho margen para hacer política, pero de la buena, la que merece la pena, no para tirar de la fácil que sabe hacer cualquiera y todo eso explica que no sea una esquizofrenia lo de Jorge Rodríguez, es el resultado de la suma de multitud de factores que nos han llevado ante el espejo. Por lo menos mi partido ha sabido explicar situaciones excepcionales y tomar decisiones excepcionales.
Imelsa se remozó como Divalterra en un proceso fallido, ¿qué pasos se han dado?
La empresa venía de una circunstancia determinada, durante tres años se ha hecho una gestión, llegamos al punto de verano sobre si los contratos de alta dirección se podían hacer o no. Ya se resolverá este asunto, no sé si dentro de un mes, o dentro de 10 años. Si acabará como tantos otros en absoluciones como han acabado muchos otros, no tengo ni idea. Que es lo que yo dije que había que hacer y lo que defendí hace tres años, pero yo era consciente que la empresa pública se creó hace 20 años, con una circunstancia de hace 20 años, con una normativa de hace 20 años, y se creó para lo que se creaban las empresas públicas, para agilizar los controles. Ahora ya no tiene ningún sentido que tengamos una empresa pública regida por el derecho privado. Eso tenemos que hacerlo la Diputación, por lo tanto, que vuelva al derecho público, eso se hizo en su momento porque sería óptimo, pero tres años después, con las exigencias de transparencia que tenemos, no tiene ningún sentido autoengañarnos con ellos. Dos meses después de tomar posesión hicimos un consejo de administración en el que la mitad de lo políticos se fueron y vinieron técnicos, y en la que están decidiendo en qué formato pasará esta empresa a la Diputación. Por el camino, todos los trabajadores están en su sitio, porque no tienen ninguna responsabilidad de si tienen un formato u otro ¿Ellos sabes lo que hacen? Ir a trabajar todos los días a las brigadas cuando hay incendio o a proteger el monte porque es el 90% de la actividad de la empresa y no hay nada más porque todo lo demás está fiscalizado y existen las auditorias. De allí a lo que se ha transmitido, por ese formato de la empresa, ha sido terrible.
¿Cuál es el secreto para que se cierren ejercicios con superávit mientras se incrementan ayudas a los municipios?
Yo oí a los anteriores gestores diciendo que eran buenos gestores, la administración provincial es muy fácil, el 97% de lo recursos llega al final de mes, y se ejecuta en el tiempo diferido, tú le das al Ayuntamiento y luego tarda ese Ayuntamiento en ejecutarlo. Es una administración saneada. Que opinión le trasladan los concejales y alcaldes respecto al funcionamiento de la Diputación. Esta etapa ha sido una etapa de cambio, en el que le hemos dado mucho a los Ayuntamientos. Nunca un Ayuntamiento ha tenido tanto recurso y tanta inversión para decidir en qué gastaba. Lo que tenía el presidente para todos los amigos, ha tenido que ir al saco de todos. Eso a algún alcalde tenemos que recordárselo.
¿Cómo ha sido la relación con Compromís, cuando especialmente con Compromís parece que ha habido una Diputación partida en dos, la de Compromís y la del PSOE?
Pelos en la lengua tengo pocos. Yo creo que hemos trabajado bien. Todos somos alcaldes y concejales y estamos acostumbrados a esto. Podríamos haber trabajado mejor, si alguien ha tenido la sensación de que hemos sido dos, es que algo está mal y hay algo que mejorar.
¿Qué le pareció el plantón la vicepresidenta en Paiporta porque interpretan que están haciendo ya campaña?
Si la Diputación, le ha dado la mayoría de edad, este presidente no le va a quitar la mayoría de edad para decidir a donde va o no. Lo he dicho estando en la oposición y lo sigo diciendo, nosotros estamos para que, con el dinero de edad, darle la mayoría de edad a nuestros ayuntamientos, nadie nos elige para nada, nos eligen en nuestros municipios, lo que la configuración de los municipios se configura, se configura la diputación. Somos un ente intermedio, no nos elige la gente directamente y como tengo eso claro, mi función es hacerlo lo mejor posible, esto no es un municipio, hay cosas que forman parte del manual de instrucciones pero que ya están muy caducada. En Faura nunca he inaugurado nada, nunca y ahora hay una legislación autonómica que dice que no inauguremos, pero es que siempre he pensado que no había que hacerlo.
¿Cree que en esta legislatura se ha limpiado la imagen que ha dejado el ‘yonki’ del dinero y compañía?
La Diputación de València, ha sido una cosa y otra. Es mucho más que un presidente y mucho más que cualquier persona que hay hecho supuestamente cualquier tropelía, es mucho más que esto, nadie hace las cosa bien al 100% ni nadie las hace mal 100%. Esta diputación ha intentado hacer un esfuerzo por cambiar aquello que desde la comunicación ha dicho que no estaba bien. Por cambiar aquello que los municipios debían tener lo que les correspondía, además de una manera transparente. Lo anterior no era cuestión de la diputación era una cuestión de los 20 años del Partido Popular en todas las instituciones. Se ha conseguido que se viera otra diputación, queda mucho camino, porque el problema no es de un partido exclusivo, sino de la política, y la política somos todos, la política no está para tirar cohetes. Nadie me ha escuchado hacer discursos acusadores sobre nadie, no me corresponde sobre todo porque además soy de los que dicen que hay cosas bien y mal y sí, hay cosas mal que las juzgue a quien se le corresponde. Si hemos cambiado la relación con los ayuntamientos, pero queda mucho camino, pero el tema es que la política, hablando de todos, da igual del partido del que seas no está para castillos de fuego y tenemos mucho camino por recorrer y creo que la experiencia del Botanic, y la experiencia en la diputación suman puntos, porque somos capaces de aclararnos y hacer lo que hemos prometido, eso no lo ha hecho el partido popular.
¿Qué camino le queda en política a Toni Gaspar después de mayo del 2019? ¿Va a seguir en política? ¿Va a volver a ser candidato a la alcaldía de Faura?
El camino, cuando yo entré en el 2003, en política todo se podía prever y se podía planificar. Este 2018 nos ha enseñado que no se puede planificar nada, el año comienza de una manera y acaba de otra, el mes y la semana empieza de una manera y termina de otra. La política es ahora completamente volcánica. Evidentemente vienen las elecciones y hay que tomar decisiones, yo estoy muy a gusto en mi municipio y cuando se abra el proceso que mi partido tiene estimado, se decidirán las cosas que se tienen que decidir. Si te digo que me gustaría seguir como presidente de la Diputación ya te lo estoy diciendo todo.
Aparte de Divalterra, ¿ha habido otro tema complicado?
Lo que más ha costado es acoplar esta administración a la nueva Ley de Contratos. El miedo de la administración a no hacer las cosas bien está provocando retrasos en el pago de la gente y subvenciones. Eso no sé cómo lidiarlo, porque el político dice “que se haga esto” pero entonces entra en el carril técnico. También entiendo al personal que esté revisándolo todo, pero tampoco podemos vivir con ese miedo porque las cosas todos intentamos hacerlo lo mejor posible, y nos podemos equivocar, pero si por miedo a equivocarte no haces nada, es peor. En este momento con la cantidad de legislación que se ha puesto sobre la mesa, que implica tanto al Ayuntamiento de Madrid como al de Benavites, con 500 habitantes, que tienes que hacer un pliego de condiciones tanto para una carretera provincial de 15 millones de euros, como para comprar bolígrafos para el Ayuntamiento por 58. Me parece muy bien, que introduce transparencia, pero necesita un acople y, mientras, estamos sufriendo, y no solo la Diputación sino muchos Ayuntamientos y sufren los funcionarios que están aplicándolos. Ese sí es un toro que hay que torear y solo puedo introducir calma, y una cosa detrás de otra, pero tenemos que hacerlo bien sin estropear los negocios de la gente. Pero a veces eso se produce por el miedo, el si poner la coma es correcto o no, el hecho de que quizás una coma va a hacer que no pagues 58 euros y va a hacer que le pagues a los 6 meses, es algo que trasciende a la Diputación. Yo siempre digo que lo que me gustaría si tuviera más tiempo es simplificar la administración, esto se tiene que simplificar. Como no podemos ser más, lo que estén tienen que trabajar mejor y más a gusto, y para eso, tenemos que simplificar nuestros cometidos.
Permíteme que haga algunas reflexiones. Primero que es un contrasentido simplificar cuando la Ley de Contratos hace lo contrario para comprar, por ejemplo, bolígrafos, y lo que legislan son los partidos políticos que deberían revisar esta ley que en cuestión de lo pequeño no tiene ningún sentido porque bloquea. Segundo, la propia Diputación y muchas administraciones, incumplen otra ley que es la Ley de Morosidad, del pago a 30 días y los intereses de demora, que nadie asume. ¿Qué responsabilidad tienen los funcionarios cuando se incumple estas dos leyes? ¿Estamos a veces arremetiendo contra los políticos y obviamos también a los funcionarios, principalmente el secretario o el interventor, con salarios superiores al presidente de gobierno?
Muchos Ayuntamientos protestamos por la Ley de Contratos. Hubiese sido mejor que nos hubiesen consultado o que lo hubiese hecho alguien que haya estado en el Ayuntamiento. No es lo mismo el de Madrid que el de un pueblo que solo tiene un proveedor siempre. Habla la ley de la recurrencia, pero un municipio como el de Soria donde no hay otro municipio a 15 kilómetros a la redonda, que solo tiene una ferretería y que ahora resulta que cuando se descuide esa ferretería, no podrá suministrar a su Ayuntamiento, sino tendrá que suministrar la de 15 kilómetros porque ese ferretero no sabe hacer un pliego de condiciones o porque es recurrente, etc. Esa casuística local se tuvo que haber considerado de otra manera. Ahora el origen de la ley, de la transparencia, que todo esté publicado, eso está muy bien. Hay algunas exigencias que a lo mejor Valencia puede cumplirla, pero un pueblo pequeño quizás no y de repente no se contrata nada porque como no se puede cumplir, no se contrata y al final perjudicamos y podemos terminar afectando a mucha gente. Eso que afecta a la inmensa mayoría hay que contemplarlo y eso le corresponde al legislador. Voy a lanzar la puya, si enchufas la tele y ves a los señores legisladores discutir, de escupitajos, pues a algunos en la faena no los veo. Esto puede ser muy populista, pero yo tengo problemas con la Ley de Contratos y no encuentro interlocutor para discutir eso, yo creo que cada uno tiene que hacer su trabajo, y ellos son los que tienen que controlar eso. Respecto a lo otro, al final la institución somos todos, sí que es verdad que es endemoniado el circuito, hace unos años atrás se producía un retraso en el pago de las administraciones, pero por un problema de liquidez. Ahora es un tema de retrasos, de burocracia. Por ejemplo, la Diputación se puede retrasar y esto se debe a una cuestión burocrática, además de porque se ha implantado todo a la vez, las facturas electrónicas, etc., pero la tesorería de la administración es descomunal, como nunca, no tiene nada que ver la tesorería de ahora con la de antes, no tiene nada que ve el dinero sino el proceso. El proceso tiene una parte técnica y una parte política y nosotros también podemos hacer cosas y una de ellas es la administración. ¿Somos capaces de no ver que no podemos llevar a término 100 líneas de subvenciones? Tenemos que simplificar esta casa, ¿por qué queremos hacer 100 líneas de subvenciones? Por qué queremos tantísimas cosas, eso sí que es político.