La cantera ubicada en la Serra Perenxisa. EPDA
La alcaldesa, Amparo Folgado, y el concejal, José Gozalvo, visitan la explotación. EPDA A pesar de que el anterior equipo de gobierno, formado por PSPV y Cs, ya había previsto un proyecto de restauración de los terrenos afectados por la cantera de la Serra Perenxisa, el ejecutivo formado por PP y Vox, opta por buscar otras soluciones. Así lo ha anunciado la alcaldesa, Amparo Folgado, que ha visitado la zona junto al concejal de Medio Ambiente, José Gozalvo.
Folgado recuerda que este enclave fue durante más de 40 años la cara visible a la entrada de estas urbanizaciones y que “lleva en desuso más de 20 años y queremos ir pensando en recoger propuestas que nos ayuden a ver cómo recuperarlo para toda la ciudadanía y para el entorno de la Serra Perenxisa como iniciativa medioambiental”.
Sobre este proceso de revitalización de la zona, la alcaldesa añade que van a “buscar experiencias de otros países y otras canteras que hayan pasado por estos proyectos de restauración para ver cómo se han llevado a cabo, y así poder acoplarlas a la realidad de esta cantera y de la ciudad de Torrent”.
Por su parte, el responsable de Medio Ambiente, José Gozalvo, señala el firme compromiso del nuevo equipo de gobierno: “Queremos volver a formar un consejo de participación, que aporte ideas para tener un modelo de restauración que nos permita seguir avanzando en la recuperación de la cantera de la Serra Perenxisa”.
Proyecto
La explotación de la montaña durante casi cuatro décadas dejó un hueco de 170 metros de altura y 31 hectáreas de extensión, que representa un 17% del Paraje Natural. En el pasado mandato, el ejecutivo dio luz verde a un proyecto de restauración a muy largo plazo que consistía en el relleno del terreno con 11,5 millones de toneladas de material inerte para devolver la zona a su estado original.
Esta iniciativa, se acompañaba de un estudio de restauración, que tiene en cuenta las conclusiones de un documento elaborado en 2011 y actualizado, y otro de movilidad para ordenar el tránsito de vehículos que se necesitan para transportar la tierra. En el documento de 2011 se valoraban estos trabajos en un coste de 2,5 millones de euros.
Los populares se mostraron en contra de este proyecto por las molestias que el paso de camiones pudiera provocar entre los vecinos más cercanos a la zona.
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