Casa de la Cultura. EPDA
La
capital de l’Horta Sud ha iniciado el año 2020 con una fiesta por
todo lo grande, pero, sobre todo, por partida doble. Por primera vez
en la historia, los niños y niñas fueron protagonistas de las
Campanadas Infantiles; una jornada muy entretenida y divertida que
tuvo lugar en la plaza de la Unión Musical y que fue todo un éxito,
ya que congregó a miles de niños y niñas, no solo de Torrent, sino
familias que vinieron de localidades de toda la comarca. A las 11 h
de la mañana, la fiesta comenzó con un concierto de Els Bíters,
seres binarios y nada ordinarios que habitan en el interior de todas
las tabletas digitales y que son personajes de la programación
infantil de la televisión pública valenciana.
A
mediodía llegó uno de los momentos más esperados, las 12
campanadas. Junto a El Bíters, los niños y niñas disfrutaron de la
tradición de comer las uvas de una manera muy dulce y torrentina, ya
que en lugar de la típica fruta, acompañaron cada campanada con
“xocosortines”, pequeñas porciones de chocolate torrentino que
se repartió entre los más pequeños y pequeñas. Además,
recibieron un delicioso zumo de naranja recién exprimido, con el que
pudieron brindar por los buenos momentos vividos durante los pasados
12 meses. La concejala de Cultura, Susi Ferrer, no se perdió el acto
y estuvo repartiendo el zumo a los más pequeños y pequeñas,
facilitado por el Consell Agrari municipal.
Seguidamente,
el espectáculo continuó con el concierto de la banda valenciana
Ramonets, que rinde tributo al mítico grupo de punk rock Ramones. El
público infantil, pero también el más mayor, lo pasó en grande
con adaptaciones en valenciano de canciones que promueven valores
como la igualdad, el reciclaje o el respecto de la natura, entre
otros. El grupo también estuvo acompañado por un animador que bailó
y levantó ovaciones de alegría.
Campanadas
en Casa de la Cultura
Como
es habitual, por la noche, los torrentinos y torrentinas se reunieron
para dar la bienvenida a 2020, pero este año incluyendo una gran
novedad, el cambio de emplazamiento, ya que fue el reloj de la Casa
de la Cultura el que marcó las campanadas. La histórica pieza
relojera, que ha sido recientemente restaurada, dio el inicio del año
a un gran número de torrentinos y torrentinas que, vestidos de gala,
no quisieron perderse la importante cita donde no faltó un brindis,
un castillo de fuegos artificiales y los nuevos deseos y propósitos
para los próximos 366 días. Seguidamente, los vecinos y vecinas se
dirigieron a la Carpa de Nadal para seguir con la fiesta de fin de
año, organizada por las capitanías mora y cristiana de la FMCT:
Alfaquies y Contrabandistes..
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