La Unión de Trabajadores de Salones de Juego (Utsaju) celebra una concentración ante el Palau de la Generalitat Una protesta convocada por la Unión de Trabajadores de Salones de Juego (Utsaju) ante el Palau de la Generalitat ha reunido a más de 300 empleados de esta actividad para reclamar la reapertura de los locales, que llevan 84 días cerrados, lo que ha ocasionado que acumulen seis meses en ERTE en el último año.
El portavoz de la Utsaju, Vicente Contreras, ha manifestado que los salones de juego llevan cerrados desde el 21 de enero y las 2.500 personas que trabajan en ellos "necesitan trabajar" y ha criticado que son el único sector diurno que se mantiene cerrado "sin justificación sanitaria alguna" cuando en los salones hay control de acceso y se controla la distancia de seguridad y el uso de la mascarilla.
Según Contreras, en los locales de juego se han establecido protocolos y medidas que van más allá de lo obligatorio y hay control de temperatura, instalación de mamparas de separación, garantía de mantenimiento de las distancias físicas y constante ventilación y renovación del aire, ha informado Utsaju en un comunicado.
Además, los trabajadores han recibido formación específica y en cada sala hay un responsable que garantiza el cumplimiento de todas las medidas sanitarias.
Contreras ha aprovechado la concentración para hacerle llegar una carta al president de la Generalitat en la que critica la "ausencia de diálogo" con los trabajadores, si bien tras la protesta de este jueves varios portavoces de la asociación se han reunido con un alto cargo de Comercio y le han trasladado sus reivindicaciones.
En ese encuentro en el Palau de la Generalitat, este alto cargo se ha comprometido a trasladar la situación de la actividad a Sanidad para que tome una decisión al respecto, según ha informado en declaraciones a EFE Contreras.
En la concentración los trabajadores han exhibido una pancarta que decía "84 días sin trabajar porque el Botànic no nos deja. ¡Basta ya! ¡Queremos trabajar!", para visibilizar su situación, que se va a ver agravada en la declaración de la renta al tener dos pagadores.
"Nos da igual el horario, necesitamos trabajar, nuestra salud mental se resiente", ha asegurado Contreras, quien ha mostrado su preocupación por que detrás de la decisión de cierre "se esconda la voluntad expresada por algunos partidos del Botànic de acabar con los salones de juego en la Comunidad Valenciana".
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