En la curiosa pero apreciable tradición de asignar días, semanas y años internacionales para todo tipo de reconocimientos, la televisión afortunadamente no queda huérfana. Siguiendo una iniciativa de la ONU en la que se pretendía animar a los programadores de televisión a emitir contenidos que fomentaran la paz, la seguridad y el desarrollo económico y social, se determinó en marzo del 1996 que el día 21 de noviembre fuera el Día Internacional de la Televisión. Y así es.
Solo un año después, en 1997, un grupo de profesionales del medio fundaba la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión con propósitos complementarios: hacerse un hueco en la sociedad civil donde defender y dignificar los intereses del sector, agrupando a sus profesionales y medios como académicos de la Institución.
Este septiembre, precisamente, arrancó la nueva legislatura, la segunda con Manuel Campo Vidal como Presidente. Lo ha hecho con el objetivo de consolidar el trabajo realizado estos últimos años, sin olvidar el desarrollado en su momento por sus anteriores Juntas Directivas y sus respectivos Presidentes: Jesús Hermida, Antonio Mercero e Ignacio Salas. Hoy, una Academia reforzada, con más académicos y mayor proyección, gracias por ejemplo a los debates electorales organizados por la Academia o sus premios anuales, se plantea consolidar los proyectos ya empezados y abordar con ilusión otros que permitan incrementar las prestaciones de la entidad.
Destaca la iniciativa “Tesoros Vivos”, en la que se pretende reconocer y prestigiar la labor de todas aquellas personas que jugaron un papel importante en el nacimiento y posterior desarrollo de los cimientos de la televisión en España, sea cual fuere su profesión. En este propósito de recuperación de la memoria histórica de la televisión participarán cuatrocientos profesionales que harán sus aportaciones en este proyecto enmarcado dentro de la propuesta de la UNESCO para la defensa del patrimonio inmaterial. El valor testimonial recogido será uno de los puntales de un futuro museo de la televisión.
También se trabaja en el debate y elaboración de un código deontológico o de buenas prácticas que intente reafirmar los valores éticos y profesionales en el campo de la televisión. Además, se pretende crear un registro de formatos de programas con validez jurídica que permita ayudar en la defensa de sus respectivos autores.
Dentro de los proyectos que también quiere consolidar la Academia destacan las conferencias magistrales impartidas por académicos en los distintos ámbitos del sector, así como la creación de un fondo documental audiovisual. Además se fomentará una red de trabajo que favorezca el acceso y movilidad laboral, entre otros muchos beneficios que se pretenden promover entre los académicos de una entidad a la que se está cerca de encontrar una sede definitiva.
Días después de que se haya conocido el dato que el consumo de televisión medio en España ya alcanza las cuatro horas diarias por persona, llega este día internacional de la televisión. Y desde la Academia lo recibimos con el optimismo por el futuro, convencidos de que los valores que promovieron a la designación de este día cada vez pueden estar más cerca gracias al esfuerzo y sentido común de todos.
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