Luego se quejan de que el “ambiente se caldea” . Normal. La ultima barrabasada, el último capricho nacionalista es la de que, en el Senado, se pongan todos pinganillos para que el menda lerenda de turno pueda explayarse en su idioma, materno, paterno o del familiar que sea, para, así, luchar por su lengua que está en extinción y de esa manera, seguro que la mantienen viva.
SI las cosas fueran bien económicamente seguiría siendo de chiste, un insulto a la inteligencia porque, habiendo un idioma que todos dominan, aunque dominar para algunas ministras y ministros es excesivo, no se entiende que se tenga que hablar, obligatoriamente, en otro. Pero ahora, con la crisis, 12.000 euros por sesión , es un insulto, sobre todo cuando se están congelando salarios, destruyendo empresas, aumentando el paro, negociando recortes de pensiones.
Mientras la gente se aprieta el cinturón los nacionalistas, culpables de mucho despilfarro autonómico, junto al Gobierno que es culpable del despilfarro nacional, se dedican a montarse su particular mariscada en el senado.
No descubro nada si digo que el nacionalismo vive de la no consecución de sus objetivos, mientras no se consigan sus objetivos son necesarios para crear el ambiente de necesidad. El ambiente de necesidad consiste en crear una necesidad que no es tal y para que esa necesidad se convierta en real, crean el agravio comparativo , normalmente falsificando la historia o tocando el bolsillo de la gente con argumentos tan maniqueos como el de “mi comunidad paga tanto más que la otra”, cuando son las personas las que pagan, no las comunidades autónomas.
La otra herramienta que usa el nacionalismo es la de acopio de elementos identitarios. Eso me lo dijo un amigo mío nacionalista ( no diré ni el partido ni quien es) me dijo que “yo soy nacionalista porque amo a mi tierra” ergo , si no eres nacionalista no amas a tu pueblo. Y ya está.
Pues bien este capricho nacionalista cuesta 35.000 euros al año, 12.000 euros cada sesión, y cuatrocientos equipos de traducción que han costado 4.525,26 euros. ¿es necesario traducir cuando todos hablan castellano? ¿se ven reforzadas las regiones españolas porque un apoltronado suba a un estrado a hablar en un idioma? ¿eres más feliz, ciudadano?
Esto no hace más que aumentar el número de personas que pensamos que hay que modificar la ley electoral para que los grupos minoritarios nacionalistas dejen chantajear e influir en la política que afecta a todos para lograr beneficios para unos pocos y que hay que modificar el sistema autonómico porque, en un país tan pequeño, no tiene sentido que existan las siguientes cifras, sacadas del blog de Jorge Vallin, articulista de “Libertad Digital”:
Hay 8.112 alcaldes, 65.896 concejales, 1.206 parlamentarios autonómicos, 1.031 diputados provinciales, 650 diputados y senadores, 139 responsables de Cabildos y Consejos insulares y 13 consejeros del Valle de Arán.
En un país tan pequeño sobran los 1.206 parlamentarios autonómicos y posiblemente los 1.031 diputados provinciales. Posiblemente sobren también algunos alcaldes y concejales ya que existen muchos pueblos pequeños que podrían unirse. Eso hicieron en Alemania que ahora está creciendo y en dos años es posible que llegue el pleno empleo.
Pero aquí semos como semos . Los políticos realizan su espectáculo, debaten por debatir y generan crisis que no son necesarias porque, como dijo Zetapé, “necesitamos tensión”. Tensionan al electorado que es luego el que discute con amigos y familiares por las decisiones que otros toman. Los líderes sindicales no están exentos de estas maniobras caledeantes.
Total que mientras los de arriba tensionan a los de abajo, los de abajo se pelean entre sí, mientras los de arriba se pegan la vida padre, ya sean diputados, senadores o líderes sindicales.
Si al menos hicieran bien su trabajo no habría mucho que alegar, pero es que, encima, son, muchos, unos incompetentes de primer orden.
Así que ellos contentos con sus nuevos juguetes . Así podrán decir en varios idiomas las mismas sandeces que antes decían en uno.
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