Vicente Almenar.
El barrizal de la corrupción
ha puesto sobre la mesa el descrédito de las instituciones y la necesidad de
hacer una política más próxima al ciudadano, de donde no tenía que haber
desaparecido nunca. En este viejo país, quien más quien menos, hace tufo, desde
las primeras y más representativas altas esferas hasta los más pequeños
municipios y gobiernos locales.
Mejorar la calidad
democrática depende de todos. Desde las escuelas infantiles hasta las
Universidades, que en su condición de actores que transfieren conocimientos a
su sociedad de referencia, pueden contribuir a encontrar mecanismos para que la
Administración se redima de algunos de sus pecados. De hecho ,se hace
necesario que las Instituciones de todo nuestro país trabajen conjuntamente en
elaborar una nueva ruta de buenas prácticas de la comunicación local. Sería deseable
que se trabajara en incrementar la transparencia de la información publicada
en las webs municipales, no sólo desde la voz del gobierno de turno, como es el
caso generalizado, de manera que todos y cada uno de los grupos municipales,
también los de la oposición, tuvieran su espacio en las páginas oficiales de
los Ayuntamientos, no como ahora donde quien gobierna hace y deshace a su
antojo. Queda patente en nuestros días la necesidad de regular el derecho a la
información pública, objetiva y de garantía independiente.
En mi pueblo, Albalat dels
Sorells, se ha pasado de informar en el libro de fiestas todos los años hasta
2007, mi último libro como alcalde, de todos los puntos de órdenes del día de
todos los plenos municipales que se celebraban todos los años, y de forma
destacada los presupuestos anuales, incluso sus liquidaciones resultantes,y de
los principales acuerdos municipales y el sentido de voto de cada uno de los
partidos políticos que conforman la Corporación,.a no haber nada de nada de
información municipal a partir del libro de fiestas de 2008 con la entrada del
nuevo responsable municipal,
Se comienza así y se llega
a donde se ha llegado. Al más puro desarraigo del vecino de la política
municipal, al no querer saber nada de nada, incluso contemplando estupefacto
el ciudadano de a pie que ya hace demasiado tiempo que la justicia es demasiado
condescendiente con los traidores de la esencia originaria de la política, como
los ayuntamientos han sido cómplices del enriquecimiento de algunos personajes
siniestros. Y, si bien es verdad que ha llegado el momento de contribuir a
gestar el discurso para aquellos políticos que quieran superar las males artes
históricas y embarcarse en un nuevo viaje de redención delante de sus
ciudadanos.
Recientemente, este pasado
fin de semana, hemos conocido nuevas muestras demoscópicas de fechas
recientes y, al parecer, una nueva concepción de las ideologías parecen que
están tomando cuerpo, enterrando definitivamente, y parece que ya para largo,
el bipartidismo recalcitrante que nos ha embargado desde el inicio de la
democracia. Seguro que si es este el nuevo modelo que viene, será para el bien
común de la sociedad que así lo demanda.
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