La consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló. EFE
La consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló. EFE Un total de 13 pacientes se han beneficiado de la innovadora terapia CAR-T para el tratamiento de determinados casos de leucemia y linfoma en la Comunitat Valenciana, ha destacado la consellera de Sanidad, Ana Barceló.
Según un comunicado de la Conselleria, se trata de algo muy positivo porque "supone una importante vía de esperanza para estos pacientes, que antes no contaban con una alternativa terapéutica para superar la enfermedad".
Barceló ha agradecido el trabajo de los equipos de los hospitales La Fe y Clínico de Valencia, que "han puesto todo su esfuerzo para que esta terapia sea una realidad en nuestro sistema sanitario".
La terapia CAR-T se aplica tanto en el Hospital Clínico Universitario de Valencia como en el Hospital La Fe desde el pasado mes de diciembre, y hay otros nueve hospitales acreditados en España.
Se trata de una terapia génica para el tratamiento de determinados casos de leucemia y linfoma. En concreto, se ha aplicado a nueve pacientes en el Hospital Clínico y otros cuatro pacientes en La Fe, algunos de los cuales provienen de comunidades vecinas como Murcia, Aragón y Castilla la Mancha.
Según ha explicado el jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Clínico, Carlos Solano, los resultados hasta ahora conseguidos en los nueve pacientes tratados en ese hospital "son muy esperanzadores".
"Hay que tener en cuenta que esta terapia supone que entre un 30 % y un 40 % de los pacientes que no tenían otra alternativa terapéutica, puedan tener opciones de curación", ha destacado Solano.
En La Fe se ha tratado a cuatro pacientes, todos con linfoma difuso de células grandes B. Los dos primeros están evolucionando favorablemente y los otros dos están pendientes de evaluación, ya que el tratamiento se ha realizado recientemente.
La terapia CAR-T es una forma de inmunoterapia personalizada y dirigida específicamente al tumor que ha demostrado una eficacia clara con una tasa de curación elevada.
En este sentido, constituye un nuevo tratamiento para pacientes con linfomas y leucemias que no han respondido a otros tratamientos y que se consideraban incurables hasta la actualidad.
En la terapia CAR-T se extraen linfocitos T del propio paciente y se les introduce un gen en el núcleo con la ayuda de un virus modificado, que hace que los linfocitos del paciente expresen en su superficie un nuevo receptor capaz de reconocer al antígeno específico del tumor y combatirlo.
Los linfocitos del paciente se extraen en el centro hospitalario y posteriormente son enviados a EEUU donde se realiza la modificación genética. Allí se preparan para que se "expandan" en laboratorio y posteriormente se devuelven al centro y se infunden al paciente.
Antes del tratamiento, se le aplica a dicho paciente una ligera quimioterapia con el fin de preparar el organismo para que los linfocitos ejerzan su función.
"Es un procedimiento complejo y que justifica que el Ministerio de Sanidad haya seleccionado para la administración de la terapia CAR-T a centros con gran experiencia en el uso de terapias antitumorales complejas, incluyendo el trasplante de progenitores hematopoyéticos", ha explicado Solano.
La puesta en marcha de esta terapia ha requerido el trabajo de un equipo de más de 20 profesionales, fundamentalmente hematólogos y farmacéuticos, pero también neurólogos, médicos de UCI, infectólogos y microbiólogos y personal de enfermería, entre otros.
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