Foto archivo EFE
Evolución de la producción en el sector durante 2020./EPDA
Randstad, la empresa de recursos humanos número
1 en España y en el mundo, ha llevado un estudio sobre la situación actual, las
percepciones del empresariado y sus previsiones de cara al futuro de un sector
tan fundamental para la economía española como es el de la automoción, que
supone una aportación directa al PIB del 8,5% y un peso del 9% en el empleo de
nuestro país.
Randstad Research destaca en su estudio el considerable impacto que para el sector está
teniendo la crisis sanitaria.
El 75% de
los empresarios de la automoción han tenido que recurrir al ERTE, 29 puntos porcentuales por encima de la media de todos los sectores, situada en el
49%. Por el contrario, solo el 52% de las compañías de este sector utilizó el
teletrabajo, por debajo de la media (56%).
Lo cierto es que la destrucción de
empleo ha sido significativa en este segundo trimestre de 2020, periodo de
tiempo en el que se están percibiendo los rigores de la crisis. Durante estos
últimos tres meses, la fabricación de vehículos empleó a 213.100 personas,
un 4,1% menos que el primer trimestre del año, cuando fueron 222.200.
Analizando los datos de población
ocupada de los últimos cinco años proporcionados por el INE, se aprecia que la pandemia ha agravado
la tendencia de destrucción de empleo que lleva sufriendo la industria del
automóvil desde el tercer trimestre de 2018. Desde ese momento, en el que se registró el máximo volumen
de ocupados, 248.100 profesionales, este indicador no ha dejado de caer, con
pequeños incrementos solo en el segundo trimestre de 2019 y en el primero de
2020. Desde
el tercer trimestre de 2018, se han destruido 35.000 empleos en el sector de la
automoción de nuestro país, una reducción del 14,1%.
“Sin duda, la industria de la
automoción ha sufrido de manera relevante por la paralización de la economía y
la caída de la demanda, pero lamentablemente este sector ya se estaba
ralentizando hasta de la aparición de la pandemia. Esto se debe a que las
cadenas de suministros eran dependientes del mercado asiático y las fronteras
en términos comerciales estaban cerradas. Esto supuso el cierre como
consecuencia de la falta de material. El sector de la automoción, por lo tanto,
sufre problemas estructurales desde hace años y necesita reformas de calado”,
asegura Valentín Bote, director de Randstad Research.
Solo el 4% de las empresas pudo continuar con su actividad con
normalidad
Las cifras de
producción de vehículos facilitadas por la Asociación Española de Fabricantes
de Automóviles y Camiones (Anfac) indican con claridad el duro golpe que para
la industria supuso la paralización de la economía, ya que en el mes de
abril, se produjeron solamente 4.844 de vehículos en nuestro país, lo que
supone una caída del 96,6% de la producción en un mes.
De hecho, y según el informe de Randstad Research, solo el 4% de las empresas del sector pudo continuar con su
actividad con normalidad durante la crisis,
mientras que en la media de la economía, esta cifra fue del 18%, una diferencia de 12
puntos porcentuales. Además,
solo el 3%
de los empresarios pudo mantener el mismo volumen de producción, un porcentaje que fue del 15% en el
conjunto de sectores.
El 78% de las empresas
del sector tuvo que reducir o paralizar la actividad, mucho más que la media de
la economía, situada en el
52%. En concreto, el 44% de los empresarios del sector se vieron obligados a
detener temporalmente su actividad económica, 18 puntos porcentuales más que
sus colegas del resto de actividades. Por su parte, un 37% se vio obligado a
reducir su actividad mientras que en el conjunto de la economía este porcentaje
fue del 29%.
Una recuperación lenta pero constante
Pero
los datos de producción de vehículos indican una tendencia positiva. Aunque en el mes de junio, las
unidades producidas son aún un 19,2% inferior al mismo volumen de hace un año,
la producción ha alcanzado los 210.888 vehículos, un 4.253% más que en abril.
Según Anfac, la progresiva recuperación del mercado europeo, que está moderando
las caídas de las matriculaciones, está permitiendo recuperar cierto ritmo
productivo.
Los empresarios del
sector también son moderadamente optimistas, aunque su percepción es todavía más negativa que la del
resto de sectores. Tan solo el 21% de las empresas confían recuperarse
completamente a finales de año,
es decir, a niveles previos a la crisis, mientras que en el conjunto de los
sectores, así piensa el 48% de los directivos, una diferencia de 27 puntos
porcentuales. El
porcentaje de empresarios del sector de automoción que confía en alcanzar la
recuperación antes de la segunda mitad de 2021 es ya del 69%, siendo la diferencia algo menor, de 21 puntos,
con respecto a la media de la economía (80%).
La incertidumbre económica
existente en el sector de la automoción es la principal preocupación para el
68% de los empresarios,
más que la incertidumbre en el conjunto del país (55%), y el temor por las
pérdidas en la facturación (54%).
Para atajar esta
preocupaciones, los empresarios del sector prefieren ayudas públicas directas (48%), seguidas por ayudas fiscales
(39%), y flexibilidad laboral (37%).
Durante la crisis
económica, las gestiones de Recursos Humanos, como el ERTE o la implantación
del teletrabajo, fueron el principal reto organizativo al que se tuvieron que
enfrentar el 86% los empresarios del automóvil. El 46% eligió evitar pérdidas financieras significativas
y el 36%, mantener la empresa operativa.
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