Manuel Sierra Tamarit /EPDALa izquierda estatal con representación en las instituciones desde la vuelta de la democracia, ha sido protagonizada por el PSOE y el PCE. Mientras el PSOE fagocitaba todos los partidos y tendencias socialistas democráticas, como el PSP de Tierno Galván o el Partido Socialdemócrata, integrado en un primer momento en la UCD de Adolfo Suárez, culminando ese proceso en la gran mayoría absoluta en las generales de 1982, el PCE se quedaba rezagado, no acabando de entender ese papel casi testimonial frente al PSOE, después de ser el partido más importante de la izquierda, en la clandestinidad franquista. La hecatombe de 1982 de los comunistas, el cambio de liderazgos por generaciones limpias de polvo y paja de los horrores de la guerra civil y la ampliación de su espacio electoral a otras tendencias más allá de la comunista, con el alumbramiento de Izquierda Unida, ha hecho de esta organización un protagonista indiscutible del Régimen del 78.
Esta organización de la izquierda estatal, con un PSOE como partido fuerte de la izquierda e IU como el otro partido de ámbito estatal que conseguía representación, aunque minoritaria y sin posibilidades de lograr superar al PSOE, se mantiene hasta el año 2014, con el nacimiento de Podemos y su histórica representación en las elecciones europeas de ese año, situándose muy cerca de IU. Los dos grandes partidos hasta entonces del espacio progresista eran incapaces de representar a todo el votante de izquierdas no nacionalista y surgía una tercera vía, frente a un PSOE que era visto por votantes de este espacio como demasiado moderado, pero que tampoco veían en IU, todavía muy vinculada al comunismo, como una opción a votar.
En la actualidad Podemos ha fagocitado a IU (o al revés...) representando grosso modo, el mismo espacio que representaba sólo IU antes de la irrupción de los morados, pero sigue en pie, de manera deshilachada y sin un liderazgo claro, esa tercera vía, siendo el máximo exponente de ese espacio Más País, impulsado por el número 2 de Podemos en sus comienzos, Íñigo Errejón. Más País, presentándose bajo la marca Más Madrid, es en estos momentos el principal partido de la oposición en la Comunidad de Madrid, por encima del PSOE y la coalición Podemos-IU, a pesar de ir liderada esta por Pablo Iglesias, retirado de la política activa después de los humildes resultados conseguidos en estos comicios. La relación entre el espacio tradicional a la izquierda del PSOE y esta nueva tercera vía no ha acabado de aclararse entre sus protagonistas. La última prueba de ello es el liderazgo de Yolanda Díaz en un hipotético frente que bajo la dirección de la vicepresidente gallega, consiga atenuar las notables diferencias entre unos y otros. La enorme rivalidad entre Errejón e Iglesias debería de quedarse en un segundo plano y tanto uno como otros entender, que los tres espacios de la izquierda han venido para quedarse, aunque sea a corto plazo. Es preferible que estos se presenten por separado, que intentar vender una unidad que no va a resultar creíble para el electorado, empujando a muchos de sus votantes a la abstención, cuando por separado lograrían movilizarlo. Yolanda Díaz, a pesar de ser impulsada en ese liderazgo por el dedo de Iglesias y ser afiliada del PCE, se siente mucho más cómoda liderando esa tercera vía, que siguiendo los parámetros tradicionales de los comunistas, representados ahora por Unidas Podemos.
Soy el primero que le gustaría volver al esquema tradicional PSOE-PCE, entendiendo ese tercer espacio como un elemento distorsionador que no aporta gran cosa a las reivindicaciones históricas defendidas por socialistas y/o comunistas, pero la realidad es la que es y no la podemos cambiar. Solo la soberbia de parte de la izquierda, incapaz de que la realidad se imponga al sistema artificial que ha creado en su cerebro y su mundo ideal, es capaz de imponer por la "fuerza", una unión imposible entre lo que representa Errejón y lo que representa Iglesias.
Personalmente mi posición ante ese tercer espacio es crítica. Nadie que siga medianamente la política, puede defender que Errejón, Díaz, Oltra o Carmena, son más de izquierdas que cualquier dirigente medio del PSOE, creyendo sinceramente que todo lo que sale de la norma del PSOE y el PCE, acaba tarde o temprano, en posicionamientos a la derecha del PSOE, pero por mucho que crea sinceramente todo eso, la realidad es la que es y solo presentándonos esos tres espacios en las próximas generales, se conseguirá movilizar todo el electorado progresista y hacer frente a una derecha que no se va a dejar a nadie en casa el día de las votaciones, con porcentajes de voto entre el PP y Vox, por encima de las mayorías absolutas de Aznar y Rajoy.
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