Pareja que prefiere casarse antes que invertir en bonos patrióticos. ¿Casarse en plena crisis? Ni loca. El dinero que me gastaría en mi boda prefiero invertirlo en bonos patrióticos de la Generalitat Valenciana, que más falta le hace.
Además, el otro día fui con la Jessi a comprar su traje de boda y se gastó la muy mema 3.000 'leuros' en un vestido que sólo se va a poner una vez en su vida, excepción de cuando se vaya al otro barrio, porque la muy penca nos ha dicho a sus amigas -la Vane, la Pepi y una servidora- que quiere que la embutamos en el traje de boda el día que se nos vaya. Eso será si el culo no se le ha puesto como a la de 'Lo que el viento se llevó'.
A lo que iba. Que no es momento para casarse. El traje cuesta un dineral y el banquete un ojo de la cara. 300 invitados, a 50 euros el cubierto, la broma se va a los 15.000 euros sin contar la orquesta y la barra libre. Bueno, en realidad sólo la bebida post-boda, porque la 'orquesta' es su primo, el Juanma, que vendrá con la cabra y su organillo.
Pero que me estoy yendo por las ramas. Con la que está cayendo, ¿quién va a pagar más de 40 euros por cubierto? Muy pocos. Así que mal negocio.
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