Trini MontañanaQuiero comenzar haciendo un balance del 2022 en lo que se refiera a la gestión pública de Meliana. Desde un punto de vista lo más objetivo posible he de reconocer que se han recibido numerosas ayudas públicas, numerosísimas subvenciones, tanto de la Diputación como de la Generalitat o incluso a nivel europeo. La gestión de los técnicos municipales en lo que se refiere a este tema ha sido impecable. En cambio, discrepo sobre la decisión política de dónde han ido destinados esos fondos. A nivel comercio, pymes, pequeños empresarios locales en general, el equipo de gobierno ha estado desaparecido porque era ahora el momento después de salir de toda una pandemia, cuando se les tenía que haber ayudado más y mejor. En cambio, una vez más, el gobierno ha priorizado la ideología, ha prometido cosas que nunca llegaron y como consecuencia numerosos negocios de Meliana han tenido que decir adiós para siempre.
A nivel servicios se ha terminado en Centro de Día construido para toda la comarca y hoy en día solo sabemos que la empresa constructora ha demandado al Ayuntamiento reclamando que se le pague lo que le falta por cobrar al haberse encarecido los costes de construcción y que de momento se encuentra terminado, pero parado al igual que el CIM (Centro Integral de Mayores) que lleva unos 4 años sin abrirlo como tal.
A esto hay que añadirle una pésima gestión a la hora de abrir el pabellón multiusos, después de meses diciendo que ya estaba acabado y semanas desde que se recepcionó por parte del Ayuntamiento, y aún sigue cerrado. Además, tenemos un sistema de alquiler de bicis que ya nos ha costado más su instalación más de 100.000 euros, sumados a los miles de euros al mes en mantenimiento y en cambio, solo ha ingresado 640 euros. Adicionalmente, los vecinos sufrimos el abandono de las calles, que solo se parchean y pintan cuando hay elecciones, un edificio comprado y adaptándolo a un edifico para los servicios sociales que de momento ya cuesta más de 150 000 euros de lo previsto porque el último piso no está cuadrado con los pilares como “se pensaba”.
Y me dejo para el final el mayor empastre que se le ha ocurrido a este equipo de gobierno: la imposición del sistema de recogida PaP (Porta a Porta). Un sistema que nadie dice que sea malo, decimos que no se debe aplicar ni así, ni ahora ni por imposición sin contar con la colaboración del pueblo. Un sistema que de momento cuesta tres veces más al Ayuntamiento y el doble a los vecinos.
Para finalizar este resumen del 2023 en el que, por supuesto que me he dejado muchas cosas, quisiera acabar con dos deseos. El primero, que este año se recuerde y no caiga en el olvido todo lo que antecede a estas líneas. En lo siguientes meses vamos a ver cómo quieren hacer todo lo que no han hecho en los últimos tres años, intentando enmascarar su pésima gestión.
Mi segundo deseo se basa en el optimismo. Meliana necesita un gobierno que cuente con sus vecinos, que escuche las inquietudes y necesidades de cada persona. Meliana necesita menos ideología y más libertad. Meliana desea optimismo y yo lo comparto con todo mi corazón. Si así lo deciden los vecinos podré poner la primera piedra en mayo de 2023 para recuperar la libertad y la prosperidad en nuestro pueblo. En sus manos queda hacerlo realidad, Feliz Navidad y muy próspero año nuevo.
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