Juan Vicente Pérez.Con
el cambio de mes, en plena campaña estival llega la época de los
balances. Del análisis del trabajo realizado durante la primera
mitad del año, como punto de referencia para dar cuenta a una
ciudadanía que necesita tener una información necesaria para
reflexionar desde la objetividad, sobre el día a día de este país,
el nuestro y el de todos, que para lo bueno y para lo malo no deja
indiferente a nadie.
Que
España crece y mejora es ya un hecho incontestable. No solo a los
ojos de todo el mundo que aplaude una recuperación asombrosa, sino y
especialmente, a los ojos de los propios españoles, los más
críticos y exigentes analistas. La favorable evolución de la
situación, la franca mejoría de nuestra cuenta de resultados, la
constante revisión al alza de los datos de crecimiento, no deben
hacernos caer en el conformismo. Todavía nos acechan graves
problemas. Todavía tenemos muchos compatriotas padeciendo las
secuelas de una crisis sin precedentes. Pero no es menos cierto que
ahora estamos en mejores condiciones para afrontarlos y así, hacer
llegar los esperados efectos de la recuperación a todos. Diez años
nos ha costado recuperar el nivel de riqueza que teníamos antes de
la crisis.
Los
últimos datos de la EPA confirmaban la mayor reducción del
desempleo de nuestra historia, con un intenso y constante avance en
la creación de Empleo: 375.000 en este segundo Trimestre, más de
4.000 al día. Unos datos, que confirman la previsión de alcanzar el
objetivo de los 20 millones de españoles trabajando para el 2019,
anticipándonos un año a las mejores expectativas. Ese es el gran
secreto, la gran fórmula que debemos seguir aplicando. Solo
apuntalando el crecimiento, afianzando la recuperación, podremos
seguir generando Empleo. La mejor política social.
Crecimiento,
empleo y competitividad son la triada que certifica la salud y
fortaleza de nuestra recuperación económica. Nuestro sector
exterior acumula cinco años de saldo exterior positivo, algo inédito
en nuestra historia económica, con cifras récord en este primer
semestre de 2017. Las exportaciones de bienes y servicios representan
el 33% del PIB, pudiendo alcanzar a final de legislatura el 35%,
colocándonos a la cabeza de las grandes economías desarrolladas.
Nuestra reputación internacional alcanza niveles de reconocimiento
nunca vistos. Un reconocimiento no solo por la superación de la
crisis económica, sino también por la firmeza de nuestra defensa de
la Libertad y la Ley, de la Tolerancia y el Respeto del que siempre
ha hecho gala la sociedad española.
Con
una Prima de Riesgo estabilizada en el entorno de los 100 puntos
(alcanzó los 639 en 2012), la confianza en nuestra economía está
en niveles máximos. Crecen el consumo privado y la inversión en
maquinaria y equipo; el sector industrial muestra un dinamismo en el
entorno del 8% de crecimiento; la construcción empieza a dar señales
de recuperación; el sector servicios mantiene su alto ritmo de
crecimiento y los datos del Turismo sobrepasan cualquier previsión,
no solo en cantidad, sobrepasaremos los 80 millones este año, sino
en calidad, gastando un 15% más que en 2016.
Datos,
cifras, porcentajes que esconden una realidad muy distinta a la de
2011. Una realidad no exenta de dificultades, pero que confirma la
solidez de nuestra economía y la efectividad de las medidas
adoptadas por el Partido Popular. Más de catorce millones de
personas reciben algún tipo de prestación, subvención o ayuda
pública. Una cifra que nos ratifica en que hay que perseverar en el
esfuerzo para garantizar esa tan ansiada y demandada sociedad del
bienestar.
Y
todo ello, gobernando en circunstancias poco habituales. Inéditas en
nuestros cuarenta años de democracia. Una Legislatura, la actual,
donde ese espíritu colaborativo que nos demandaron los españoles en
las urnas se ha puesto de manifiesto alcanzado acuerdos con otras
fuerzas políticas para seguir avanzando en la senda reformista que
necesita nuestro país.
No
es tiempo para acomodarse, ni para recrearse en lo logrado. Somos
conscientes del tremendo esfuerzo y sacrificio de toda la sociedad
española en estos durísimos años. Pero ese esfuerzo compartido
está dando sus frutos. Que este balance positivo nos permita seguir
abriendo la puerta de la esperanza para todos y así, seguir
superando día a día, las dificultades que nos acechan. Que
disfruten estos días de asueto del ambiente festivo de nuestros
pueblos y ciudades. Que descansen y disfruten junto a sus seres
queridos, porque la labor continua y lo mejor está por llegar.
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