Laura, Mary Kay, Carlos y el Col?lectiu de Dones unen fuerzas la tarde del lunes 5 de marzo, en el Espai Jove, para descubrir algunos secretos de belleza. Foto: EPDA.
No es habitual que el
hombre se adentre en ese territorio vedado que es el espejo: el lugar donde
cada mujer pasa un tiempo difícil de medir, pero que le hace ha ella sentirse
mejor… y a él quejarse en más de una ocasión por lo que considera una espera
enorme.
Por ello tiene un valor
adicional el taller organizado por el Col·lectiu de Dones en el Espai Jove,
dentro de la programación de actividades de la Semana de la Mujer: Laura y su ayudante
Carlos enseñaron a limpiarse e hidratarse el cutis a cuarenta mujeres, cada una
de ellas frente a su propio espejo, todo ello con materiales de Mary Kay y bajo
la atenta mirada de otras sesenta asistentes que, desde una prudente distancia,
seguían con curiosidad las explicaciones de esta experta en maquillaje.
Esta charla-taller es
sólo la primera parte, porque la asociación ha organizado un segundo taller,
eminentemente práctico, para el 28 de marzo, en el que las participantes, una
vez limpia y preparada la piel, realizarán prácticas de maquillaje con su
propio rostro… y su escote.
Dicho así hasta podría
sonar como un comentario eminentemente machista.
Y sin embargo son
palabras de la propia monitora.
“El escote y el contorno
de ojos son los primeros elementos que delatan la edad. Y no avisan. Cuando te
das cuenta ya se te ha pasado el arroz”, afirmaba Laura Payá en el coloquio que
siguió al taller práctico. “La limpieza ha de realizarse siempre en círculo,
sin apretar y sin tocar la piel más de lo preciso, porque el maquillaje acaba
quedándose en las manos y no en la piel”.
La introducción al taller
corrió a cargo de la presidenta del Col·lectiu de Dones, la concejal de la
mujer y la alcaldesa de Puçol.
La presidenta Rosa
Ballester agradeció la colaboración de los patrocinadores “que han ofrecido un
pequeño detalle para cada una de las asistentes, una crema de manos de Mary
Kay, y además el supermercado MasyMas, que nos ha obsequiado la bebida para el
piscolabis, también ha ofrecido unos vales para cada una de las asistentes, de
forma que obtengamos descuentos en nuestras compras”.
En su intervención, Rosa reivindicó
el maquillaje incluso para ir al kiosco a comprar el periódico, “porque debemos
sentirnos guapas de verdad, aunque sea para tomar café con una amiga, y una
mujer arreglada es una mujer que llama la atención y eso nos eleva la
autoestima. Hay que ir siempre guapa de la muerte”.
Eloísa Rosa, por su
parte, recordó la importancia de la encuesta que cada participante debía
rellenar y ahondó en un punto de vista similar al de la presidenta: “cuando una
mujer se maquilla se ve más favorecida y eso hace que le suba la autoestima, lo
que nos hace encontrarnos mejor en el trabajo, con el marido, con los hijos y,
en general, con nosotras mismas”.
Por su parte, la
alcaldesa Merche Sanchis fue muy breve en sus palabras, destacando sobre todo
la importancia de “la colaboración de las empresas y los colectivos locales en
los actos que organizamos para toda la población, como esta Semana de la Mujer, en la que tanto
asociaciones como empresas están aportando su pequeño grano de arena”.
El acto contó con un amplio
coloquio tras la exhibición práctica, un intercambio de preguntas y respuestas
que se extendió hasta la llegada de las cuatro componentes del cuarteto A la
Corda, que amenizó la velada con piezas muy conocidas extraídas de bandas
sonoras de películas como Esencia de mujer o Papá está en viaje de negocios.
No todas las asistentes
al taller pudieron quedarse ―ya se sabe: el marido, los hijos, la cena, a veces
los nietos―, pero para aquéllas que tuvieron tiempo y paciencia la espera
mereció la pena…
Pero esa es otra historia.
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