Teresa Ortiz. /EPDA
Este domingo 15 de enero, culminará la VI Asamblea de Ciudadanos en los Palacetes de los Duques de Pastrana de Madrid. Mucho ha llovido desde que Ciudadanos comenzase su andadura en Cataluña, con origen en la Plataforma Cívica "Ciutadans de Catalunya" en 2006. Poco a poco, Ciudadanos comenzó a expandirse por todo el territorio español y fue en ese momento cuando muchos de nosotros, ilusionados con un nuevo proyecto centrado, coherente y alejado de los clichés de la vieja política bipartidista, nos unimos a sus filas. En mi caso, me afilié en el año 2015, justo después de las elecciones autonómicas y municipales.
Desde entonces hasta ahora, han sido años en los que los que hemos estado en puestos orgánicos del partido, como es mi caso, nos hemos dedicado a estructurar, a implantar, y a recorrer municipios con el único objetivo de llevar la ilusión naranja a cada uno de los rincones de nuestro país.
En el momento de esplendor de Ciudadanos, cuando nuestro partido inundó de esperanza todo nuestro país, parecía fácil sumar gente en las poblaciones, crear nuevas agrupaciones, pero la realidad es que nunca fue fácil. El bipartidismo se encuentra muy implantado en la sociedad española y en poblaciones pequeñas es muy difícil significarse con un nuevo proyecto. Aun así, aportando cada uno con nuestro granito de arena, conseguimos hacer crecer el partido en todo el territorio español.
En todo este proceso hemos escuchado a la afiliación, hemos intentado solucionar los problemas que surgen cuando una nueva organización se pone en marcha y con el tiempo evoluciona. Como sucede siempre, el ser humano tiene cierta aversión al cambio y con el hecho organizativo interno de un partido sucede igual que en cualquier otra organización humana (negocios, empresas, colectivos, etc), que, si la rueda se para, el entorno y los acontecimientos externos te superan y si la rueda gira deprisa, todo cambio tiene que tener su tiempo de adaptación y aceptación.
Y así, ha sido. No hemos dejado de hacer cosas y evolucionar organizativamente con los tiempos y hemos tenido que aportar a dicha evolución mucho diálogo, mucha comprensión, mucha empatía y también peticiones de disculpas cuando por bien se han intentado hacer las cosas y estas no han salido lo bien que se esperaba y/o alguien se ha molestado en algún momento. Sólo se equivoca quien hace cosas, y en esa dinámica de hacer y volver a hacer, como todo en la vida, se dan aciertos y errores. Creo sinceramente que más de lo primero.
Ahora, comenzamos una nueva etapa, más madura, pero a la vez más apasionante en la que debemos reilusionar al votante, a ese elector que dice "yo os voté, pero os equivocasteis". Es cierto que se han cometido errores, pero no de índole delictiva como puede ser la corrupción que rodea al PP y el PSOE. Es triste pensar que quizás la sociedad esté tan acostumbrada a la corrupción, que le resulte más sencillo perdonar ésta que algún error de dar el apoyo político a un partido u otro.
Es verdaderamente preocupante llegar a pensar que quizás en la sociedad se ha normalizado tanto la corrupción que para ciertas personas ya no es un elemento clave dentro de su propia toma de decisiones para votar o no a un partido. España necesita tener opciones y para ello necesitamos una regeneración política que no puede venir de la mano del bipartidismo, por lo tanto, que Ciudadanos se rinda o baje siquiera un poco los brazos no es una opción. Repito, no es una opción.
Estas últimas semanas hemos vivido un proceso de primarias internas, en las que hemos podido compartir debates internos, relación con personas amigas y visitas a territorios. Yo he formado parte como vocal de 'Renace Tu Partido', lista encabezada por Adrián Vázquez y Patricia Guasp, apoyada por Inés Arrimadas. El título de nuestra lista ha sido elegido como un símil a aquella campaña titulada "Nace tu partido", donde Albert Rivera posaba sin ropa. Un proyecto cuyo ADN ha sido apostar por la transversalidad, caras nuevas, perfiles con experiencia en la gestión y un equipo con talento. Una candidatura que ha ganado, y que ha señalado nuestro espacio político, sin ser subalternos de ningún otro partido. Confió plenamente que entre todos seamos capaces de hacer brillar con luz propia este proyecto.
Tras este debate interno, cerrado ya, y la culminación de la VI Asamblea de Ciudadanos, toca desde dentro dejar trabajar a la nueva dirección, escuchar a todas las sensibilidades para unir, pero no perder un solo minuto extra de más en temas internos de índole emocional o de ego que no sumen votos. El votante está en la sociedad, puertas afuera de los muros de la sede del partido. Por lo tanto, hay que dar por superado el proceso interno y enfocarse al votante. Como he aprendido en mis años en la empresa privada: primero el cliente (el votante), después el departamento (mi partido) y luego usted (mis problemas).
Desde hoy, nuestro partido va a volver a ofrecer una nueva esperanza en un país dividido. No será algo rápido, pero nuestro mensaje calará poco a poco en la sociedad española y estoy convencida que dará sus frutos para sumar en una España mejor. Tenemos un equipo para un proyecto y un proyecto para un país. Un proyecto que nunca se ha ido, retorna con más fuerza que nunca, porque necesitamos una España mejor, unida y que se convierta en un verdadero motor de progreso.
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