Cristina RamónEn los últimos días estamos presenciando algunas imágenes que han puesto sobre aviso a las autoridades sanitarias de cara a la próxima Navidad y es que los contagios por Covid19 están volviendo a crecer en España coincidiendo con el Black Friday y el puente de diciembre. Algunos presidentes autonómicos y el propio ministro de Sanidad, Salvador Illa, han afirmado que habrá que revisar las normas de cara a las Fiestas si la situación sigue empeorando. A pesar de todo esto, en el mundo de del deporte se está viviendo estos días la vuelta de los aficionados a los estadios de fútbol, algo que podría ser motivo de alegría, pero que ha acabado avergonzando a propios y a extraños por la irresponsabilidad vivida en unos de los partidos.
La comunidad de Extremadura vivió este fin de semana su derbi entre el Mérida y el Badajoz, partido que dejó la que ya es una de las imágenes más bochornosas y preocupantes de la temporada. El Mérida se llevó el partido con un tanto de Dani García, que no dudó, olvidándose totalmente de la situación que estamos viviendo, en acercarse a la grada, donde una buena parte de las 3000 personas que se encontraban en el estadio celebraban el gol con una euforia desmedida, sin distancia y sin mascarilla. Esta imprudente e irresponsable celebración, por la que el club extremeño ya ha pedido disculpas a través de un comunicado, deja patente el poco miedo que mucha gente tiene al coronavirus después de casi 10 meses de pandemia.
Las autoridades no cesan de apelar a la responsabilidad social, cuando es obvio que en nuestro país brilla por su ausencia, en vez de tomar medidas más drásticas como se está haciendo en otros países de Europa. En este país el fútbol es mucho más que un deporte, es un sentimiento y una pasión, por lo que es más que probable que imágenes como las vividas en el derbi extremeño vuelvan a repetirse en uno de nuestros estadios. Los aficionados estaban deseando volver a animar a sus equipos y parece que han entrado de nuevo a los campos de juego como un elefante en una cacharrería. Nuestros políticos deben aprender que pedir a la gente que no haga algo con cara angelical y juntando mucho las manos no sirve de nada mientras ese algo este permitido. La respuesta general a las recomendaciones es hacer caso omiso, algo que puede costar vidas. El del Mérida fue un gol que puede salir muy caro.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia