Daniel Comín, un joven diagnosticado con autismo moderado desde los 2 años, ha desarrollado AutiStok, una aplicación móvil gratuita diseñada para ayudar a personas dentro del espectro autista a gestionar la ansiedad, regular emociones y organizar sus actividades diarias. La app ofrece herramientas para llevar un registro del estado de ánimo y los niveles de energía, así como para planificar tareasLa de Daniel Comín es una historia de superación en el amplio sentido de la palabra. Diagnosticado con autismo moderado desde los 2 años y sin poder expresarse verbalmente hasta los 11, ha ido superando barreras hasta desarrollar AutiStok, una aplicación móvil gratuita para ayudar a personas de su condición a gestionar la ansiedad, regular emociones y organizar sus actividades diarias.
La app ofrece herramientas para llevar un registro del estado de ánimo y los niveles de energía, así como para planificar tareas cotidianas.
Su objetivo principal, cuenta Daniel a EFE, es favorecer la autogestión emocional, fomentar el autoconocimiento y prevenir el agotamiento, adaptándose a las necesidades individuales de cada usuario.
¿Qué le motivó a dar este paso? "Sinceramente, habría dado lo que fuera por tener algo así hace años", asegura Daniel.
"Me habría ayudado muchísimo a entenderme mejor, a regular mis emociones por mí mismo, a conocer cómo me siento y también a organizarme mejor, sobre todo ahora que mis estudios son más exigentes y el ritmo diario es muy acelerado".
Daniel, que ahora tiene 22 años y cursa estudios de animación 3D y videojuegos en un centro de Formación Profesional de Tenerife, cuenta que su aplicación recopila toda esa información que antes "estaba repartida en terapias, carpetas, apuntes y vídeos, y era un caos, porque nada era inmediato ni accesible al momento".
Cuenta con varias funcionalidades, como un registro de bienestar emocional para realizar un seguimiento personalizado del estado del ánimo y la energía del usuario; un planificador de actividades diarias para estructurar rutinas de forma clara y accesible; y perfiles personalizados para expresar necesidades específicas y facilitar la comunicación en momentos difíciles.
También facilita la posibilidad de llamar o enviar mensajes automáticos a contactos de emergencia en situaciones críticas, así como notificaciones silenciosas y configurables.
Daniel explica que aunque le encantaría seguir mejorándola y añadir más funciones, su prioridad ahora mismo es mantener estructuras claras y reforzadores positivos, para que la app sea "realmente funcional y no repetitiva, como ocurre con muchas otras".
Llegar a este punto no ha resultado sencillo para Daniel. Desde muy pequeño ha asistido a numerosas terapias sin las cuales "no estaría hablando hoy", ya que su lenguaje no fluyó de forma natural, sino mediante herramientas.
Aprendió a decir palabras con programas como Pipoclub o Mi mundo en palabras, además de un proceso de integración sensorial y auditiva que lo desbloquearon. Hasta los 11 años solo podía comunicarse a través de imágenes y fue a partir de entonces cuando pudo empezar a hablar.
Comenzó su etapa educativa en un centro de educación especial, pasó por un aula especializada en un colegio de Valencia y al mudarse con su familia a Canarias prosiguió sus estudios en centros públicos con apoyos y adaptaciones que en algunos casos ha habido que batallar mucho.
Su madre, Delfina Pérez, detalla que en un colegio en el que cursó estudios su hijo sufrió acoso y fue gracias a una profesora de apoyo que le asignaron cómo se enteró de que se quería suicidar.
Ella lo notaba nervioso pero lo asociaba a que en esos días le iban a poner 'brackets'.
Aunque esa fase ya está superada, Daniel sigue enfrentándose a "desafíos", si bien cuenta con más herramientas y apoyos, lo que le permite finalmente "experimentar la palabra calma", que pronuncia con especial énfasis.
Asegura que de haber existido una herramienta similar años atrás le habría ayudado, y le sigue ayudando ahora, a manejar mejor "el estrés intenso" al que se enfrenta cada día, en el que cualquier imprevisto supone un agobio, así como a organizar sus rutinas "de manera más equilibrada".
"Mis mayores dificultades son la comunicación con los demás y la gestión de mis emociones, por lo que contar con herramientas que me permitan registrar cómo me siento, planificar mis actividades según mis niveles de energía y realizar ejercicios de relajación ha sido fundamental", ahonda Daniel.
Autistok está disponible para Android en Uptodown y en Google Play y su autor pretende para más adelante crear vídeos explicativos para colgarlos en su canal de YouTube (elmeneos), donde suele publicar algunas de sus creaciones.
Delfina avanza que en una segunda fase de desarrollo, su hijo pretende que mediante la aplicación y un reloj se puedan enviar avisos mediante vibración a los usuarios cuando les suban los niveles de cortisol o se bloqueen, igual que se detecta una hipoglucemia o un ataque de epilepsia.
Y es que, como afirma Daniel, su "mayor sueño" es que su esfuerzo y trabajo "puedan ayudar a personas como yo, brindándoles herramientas que faciliten su día a día y seguir estudiando".
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